El conflicto de estudiar y trabajar al mismo tiempo

Por Eugenia Pandín, Florencia Perissé y Gonzalo Gobbi

Todo estudiante desea poder independizarse y conseguir un buen empleo dentro de la profesión en la cual se está formando. Sin embargo, los trabajos no son siempre tan accesibles y muchas veces se debe optar por aquello que nada tiene que ver con los estudios, pero que al menos genere un ingreso. Ganas de tener dinero propio, tiempo escaso, altas ambiciones y bajo el nivel de experiencia. ¿De qué puedo trabajar sin abandonar mis estudios?
Entre la necesidad, la disponibilidad y la realidad sobre el empleo en Mar del Plata, muchos estudiantes buscan un trabajo bien pago, a tiempo parcial, donde no se requiera demasiada experiencia y pueda destinarse un tiempo para estudiar y rendir exámenes. Pero por sobre el anhelo del emprendedor estudiante que busca su independencia económica, a la hora de salir a encontrar trabajo, la situación no resulta nada simple.
Hace unos años, muchos jóvenes se conformaban con un escaso salario en alguna cadena de comidas rápidas o con atender al público en algún “ciber”. Luego los sueldos en los locales de fast-food aumentaron levemente y ya no resultaba tan simple ser parte de su staff sin experiencia previa y por otro lado, los “cibers” se multiplicaron y los sueldos descendieron notablemente.
¿Cómo obtener un trabajo aceptable en el que se requiere experiencia si soy joven y carezco de la misma? ¿De qué puedo trabajar? Las opciones son variadas, pero escasas al mismo tiempo. Para mujeres: vendedoras en un local de ropa, camareras o promotoras en la mayoría de los casos. Para hombres: promotores de agencias de viaje, repositores, atender al público o vendedores. Sumarse al staff de un call-center es hoy otra de las posibilidades o “modas” para ambos sexos. Se trabaja entre 4 y 6 horas y si bien es un empleo con un sueldo no muy abultado, puede ser una solución parcial al desempleo. Son trabajos en los que generalmente no se requiere demasiada experiencia, los horarios suelen ser móviles y si bien los sueldos no son altos, alcanzan para satisfacer las necesidades del joven estudiante.
Lo que realmente se busca
Muchos pretenden un empleo en el que se les acepten los tiempos destinados al estudio y donde no deban trabajar el fin de semana para poder salir por las noches a distenderse después de una agotadora semana de cursada. Pero esto no es siempre lo que se consigue. El estudiante trabajador después de trasnochar, comienza a ausentarse por las mañanas y otros optan por faltar para concentrarse en el estudio y así comienza un efímero camino que conduce nuevamente al desempleo.
Trabajar ad honorem
Otra opción es empezar a ganar experiencia dentro de aquella carrera que el estudiante cursa. Generalmente en estos casos se suele trabajar gratis o por salarios realmente muy bajos, lo que hace que esta actividad dure poco tiempo y se abandone. Si bien ganar experiencia es fundamental dentro de una carrera, la insuficiencia en los ingresos y la posterior frustración, solo consiguen que el estudiante vuelva a buscar trabajo.
Busco y no encuentro
El mayor problema comienza cuando las ofertas laborales publicadas en el diario no son compatibles con lo que el estudiante puede aceptar, cuando en internet ningún empleo logra convencerlo y cuando de las puertas golpeadas, ninguna ha sido abierta. El desgano, la necesidad, la frustración y el desaliento son los primeros síntomas del recién despedido o de aquel que no encuentra trabajo. Tarde o temprano una oportunidad llegará a manos del joven emprendedor, pero mientras tanto habrá que continuar buscando y seguir pidiéndole dinero a los padres para mantenerse y salir el fin de semana. “Viejo, ¿me bancás una semana más?” Después de todo… la familia es siempre lo primero.

1 comentarios:

Maia dijo...

Uno se las rebusca como puede. Esperemos que el blog tenga tanto éxito como nuestro corto suplemento! jajaja.
Gracias por tenernos en cuenta Juan!