¿Universidad? No, gracias

Terciarios y Centros de Formación Profesional como vía rápida a lo deseado



Por Carolina Selicki Acevedo, Virginia Plotkin, Yanina Tolaba y Maximiliano Paccioni

Terminar el secundario no es sólo el fin de una etapa sino el comienzo de otra aún más ardua, en la cual se trazará el mapa de nuestro futuro. Si bien Mar del Plata ofrece un abanico de carreras universitarias, hay “espacios de vacancia” que aún faltan cubrir. Allí es donde aparecen los institutos terciarios o los centros de formación profesional, como otra opción a tener en cuenta.
Actualmente existen 23 institutos privados no universitarios, 7 institutos provinciales y 10 escuelas municipales de formación. Allí se pueden encontrar carreras como “Analista en formación agraria”, “Tecnicatura en Turismo”, “Tecnicatura en Periodismo general y deportivo”, “Profesorado en Ciencias políticas” o “Tecnicatura en Administración y Pymes”, entre más de 150. Los únicos requisitos son haber egresado del nivel polimodal o equivalente. Por lo general, estas carreras no tienen una extensión mayor a los 3 años e incluso se tiene la alternativa de continuar el perfeccionamiento a un nivel de grado, mediante convenios de articulación con universidades.
Mariana tiene 23 años y aún no pudo recibirse. Saca cuentas y se amarga, lleva casi 6 años estudiando, pero el título de grado parece inalcanzable. “En el 2003 empecé Psicología en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), me encantaba cómo la dictaban pero no lograba acostumbrarme a vivir en Capital, ya que soy oriunda de Pinamar, así que en el 2005 la dejé y volví a mi ciudad. Además, estaba en pareja con alguien de allá y la distancia se sentía mucho”, afirma quien aún continúa estudiando pero en Mar del Plata. “Retomé Psicología hace un año y medio pero como necesitaba una rápida salida laboral este año empecé la Tecnicatura en Neurofisiología y la hago en paralelo. “Neuro” es una materia de Psicología que me gusta mucho, así que todo se relaciona”, aclara Mariana, ya con una sonrisa.



La situación que atraviesa Mariana sirve como ilustración de los miles de casos que se repiten a diario en nuestra ciudad. La menor cantidad de años de estudio y una pronta salida laboral parecen ser puntos claves en la búsqueda del estudio a seguir. Miguel Angel Lenzi, Profesor del Centro de Formación Profesional Nº 403, comenta con entusiasmo: “El área de la construcción es una de las que más ha crecido en la ciudad y por ello es que aumentó la formación de gasistas, carpinteros o plomeros”.
Sin embargo, a la hora de evaluar un instituto terciario surge la comparación de las ventajas y desventajas que posee. “Me gustaría que el ‘Profesorado en Educación Física’ se considerara una carrera universitaria, ya que son 4 años de estudio. Lo más cercano es la licenciatura que apareció este año en Pinos de Anchorena, pero es privado y no puedo pagarla”, lamenta Leonardo (26), quien estudia en el Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) Nº 84. Asimismo, su compañero Cristian (30), oriundo de Balcarce, agrega: “No contamos con espacio físico propio por lo que realizamos dichas prácticas en las instalaciones del CEF y faltan materiales. Ésto en un lugar pago no pasa. Pero son las cosas que te hacen ver la realidad: no siempre están dadas las mejores condiciones”.
La especialización, algo que muchos considerarían sólo pertinente a la universidad, es otra de las características que un centro de formación o un terciario ofrece. Elba Marconi, Secretaria Suplente de la Escuela Privada de Sanidad (EPSA), en diálogo con Aula Magna, reafirma: “Con ‘Radiología’ sucede algo interesante ya que luego de la tecnicatura, el estudiante puede realizar el post-título en Tomografía Axial Computada o en Resonancia Nuclear Magnética”.




Por otra parte, la cantidad de práctica que este nivel de formación puede ofrecer, comparándolo con el ámbito universitario, es mucho mayor. “A partir del 2º cuatrimestre del 1º año comienzan las prácticas, tanto las de adultos en el Hospital Interzonal como las de pediatría en el Materno. También hay convenios con el hospital de la Comunidad, en la Clínica EMSA y laboratorios privados. Además, aquí hay un laboratorio donde los alumnos pueden utilizar la aparatología y reactivos. Y para aquellos que son de la zona realizamos convenios con las instituciones de su lugar de origen”.
Entonces, a la hora de detenerte a pensar dónde continuar tus estudios, recordá que la ciudad ofrece una opción para cada tipo de de interés. No desesperes, la indecisión es el pasaje a la exploración de las distintas alternativas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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