Estudiar o no estudiar, ésa es la cuestión


Por Belén Colombo y Walter Varela


Comienzan los preparativos para el viaje de egresados. Últimos exámenes, fiesta de despedida. Se termina la secundaria y arranca una nueva etapa. Una decisión que, muchas veces, puede definir nuestro destino: estudiar o no estudiar.
El final de la secundaria es un proceso muy relevante en la vida del adolescente, ya que de tener una vida organizada y rutinaria, pasa a tomar decisiones determinantes y a convivir bajo presión y horarios diferentes. Hacer lo que uno quiere nunca fue tan complicado.
¨ La elección final se ve condicionada por la visión de la familia ¨, así lo reconoció la licenciada en Psicología Soraya Romano (Mat. 46.058), quien además afirmó que es determinante la importancia que se le de en el seno familiar a la intelectualidad y a la educación como desarrollo de la mente.
“Algo a tener en cuenta y que influye en gran medida- comentó Romano- es el contexto en que se halla inmerso el joven”. Es decir, el lugar donde vive, el momento histórico y sobre todo la situación económica y el acceso al estudio.


Licenciada Soraya Romano


En muchos casos la presión de los padres se relaciona con el traslado de sus propias vivencias, intereses o ambiciones a sus hijos quienes no siempre las comparten. En esos casos la licenciada Romano opinó que los adolescentes deben decidirse a “frustrar a sus padres” si tienen claro que es lo que quieren para sus vidas.

Los que dicen que no

La opción más directa a no estudiar es trabajar. Ingresar en el mundo laboral recién salidos de la secundaria, con las herramientas que ésta nos da. En muchas ocasiones los jóvenes se ven obligados a elegir el camino laboral por pertenecer a estratos sociales de bajos recursos, y necesitar un ingreso monetario.
La Licenciada resaltó que “en el trabajo se aprenden cosas que no se aprenden en otro ámbito como la universidad, es un espacio de inclusión social donde las personas reconocen grupos y jerarquías”. Esta no es una mala opción si se conlleva con los intereses personales y la actividad que elegimos nos permite desarrollarnos sin mayor conocimiento que los adquiridos en la secundaria.
También existen casos en que no se toma ninguna decisión y la persona queda estancada en el seno paterno, protegido de los pormenores del mundo exterior y de alguna manera resistiéndose a la adultez. En estos casos es probable que se conjuguen “una falta de autoridad y atención de los padres y una imposibilidad de los jóvenes de tomar decisiones”.

Los que dicen que sí

Según Romano, el estudio es un método de crecimiento intelectual que además sirve para abarcar territorios que antes parecían inalcanzables. Así un estudiante puede acceder a conocimientos que le permitan avanzar en su actividad profesional e incluso dotarlo de un mejor conocimiento y entendimiento del mundo.
Existen quienes estudian y además trabajan y logran combinar ambas actividades. Esta experiencia es muy productiva y le permite al estudiante desarrollarse económicamente e incluso independizarse. Por otro lado, si el empleo está relacionado al campo de estudio, sirve como una práctica profesional e inserción en el ambiente en el que desarrollará su carrera.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Leer el mundo blog, bastante bueno