Por Joaquín Lledó y Luca Ventimiglia
El retiro
del cuadro del capitán Giachino del Concejo Deliberante de Mar del Plata en
junio del año pasado impulsó a un grupo de vecinos autoconvocados a formar
formaba parte de
la muestra permanente en homenaje a todos los marplatenses caídos en combate.
En junio del año pasado el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Artime,
decidió retirarla a partir de un pedido de organismos de Derechos Humanos por presunta participación en delitos de lesa
humanidad.
“Iniciamos una convocatoria por
Facebook, y el primer día nos juntamos 400 personas en la Municipalidad. Ahí nos conocimos muchos que estábamos
separados y compartíamos los mismos ideales, y así surgió el FONAPA”, explica Carlos Gustavo Pampillón, uno de los
fundadores de la agrupación.
El reclamo comenzó a partir de que,
según dicen, nunca se dio una explicación formal por el retiro del cuadro.
Para el FONAPA los héroes de
Malvinas están por sobre todas las cosas. Por eso, Pampillón dice que “Giachino está ahí por
haber sido un héroe” y que aunque hubiese participado en la tortura y
desaparición de personas durante la última dictadura, “una cosa no cambia la
otra”.
Además, explica que al bajarse el
cuadro, “se burlaron leyes internacionales, cuestionando a un héroe de guerra
condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate, la única entregada por
unanimidad por el Congreso de la Nación”. Además,
argumenta que “no se puede hacer una causa contra un muerto”.
El motivo por el que organismos
de Derechos Humanos solicitaron el retiro del cuadro fue a partir de la declaración
de un testigo del juicio por los delitos cometidos en la Base Naval de Mar del
Plata, Gabriel Della Valle, que señaló a Giachino como el interrogador durante
su cautiverio en 1976.
Desde el Centro de ex Combatientes de Mar del Plata
la medida no fue objetada. “Ellos no se opusieron al retiro del cuadro, pero
con nosotros hay un grupo de ex combatientes que se han sumado a los reclamos”,
explica Pampillón y agrega que desde el FONAPA reivindican la guerra de Malvinas, consideran que “fue vital” y
desmienten las malas condiciones en las que se envió por ese entonces a los
combatientes.
- ¿Qué respuesta tiene el Foro por parte de
la sociedad?
- Enseguida
nos acusan de fachos y nunca escuchan lo que tenemos para decir. Por ejemplo,
yo jamás apoyaría a un militar
gobernando el país. El milico es tosco, le dicen que tiene que ir a defender la
patria y va sin preguntar, no está preparado para razonar. Eso no quita que las
Fuerzas Armadas tienen que ser una institución respetada y hoy no lo son.
- ¿Qué posición adopta la agrupación ante los
Juicios a los represores?
- Yo
particularmente estoy en contra de la tortura y los responsables tienen que ser
juzgados como corresponde. Sin embargo, dentro del Fonapa hay diferentes
opiniones con respecto a éste y otros temas. Pero ninguno de nosotros está de
acuerdo con la parcialidad con la que se llevan a cabo los juicios. Hay que juzgar a todos, de los dos lados. Militares
que cometieron excesos, montoneros que asesinaron y erpianos que pusieron
bombas y mataron niños. Por eso decimos que buscamos
verdad, justicia y memoria, pero completa. Los derechos humanos son un
bien de todos, no de algunos.
Esta “búsqueda de la
verdad”, incluye también el cuestionamiento a la cifra oficial
respecto a los desaparecidos durante la última dictadura. “No negamos a los
desaparecidos, lo que queremos es que se diga la verdad”. Aseguran que la cifra
de los 30 mil fue creada para que se los consideren como delitos de lesa
humanidad.
Sin embargo, la definición de “crimen
de lesa humanidad”
del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, no establece
una cifra especifica sino que considera como tales delitos a aquellos “actos que se cometan como parte de
un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con
conocimiento de dicho ataque”.
Basándose en el informe de la
CONADEP, aseguran que el número ronda los 8 mil desaparecidos.
Ante este tipo de cuestionamientos el ex Secretario de Derechos Humanos de la
Nación, Eduardo Luis Duhalde, ha asegurado en reiteradas oportunidades que "la cifra de 30 mil no es ni arbitraria ni
caprichosa” y que "tomar los registros parciales de la CONADEP y los
posteriores a la Secretaría de Derechos Humanos como registros totales, es tan
falaz y mentiroso como reducir el número de desaparecidos a la cantidad de
restos óseos localizados, que apenas superan el número de 1000".
“Zurdos
a la pared” o “Juicio y castigo a montoneros” fueron algunas de las tantas
frases que se pudieron ver.
- Los que perdieron aquella guerra
con la dictadura son los que hoy gobiernan. Juzgan y destrozan a una
institución por una venganza de hace treinta años, generando odio por todo aquel que use un uniforme. Tomaron
nuestras calles y lavaron el cerebro de nuestra juventud. Son los dueños de los
medios y usan nuestro dinero y esfuerzo para seguir difundiendo su mentira.
Perdimos la batalla pero la guerra continúa.