Por Mora Di Paolo
El uso de internet, sobre todo desde las redes
sociales ha fomentado que público de diversas edades pase más tiempo de lo
recomendado sentado frente a la computadora. Cuestión poco novedosa en estos
días. No hace falta introducirnos en el campo de la nostalgia a la que todos
nos remitimos cuando usamos frases tales como "antes se jugaba en la
calle" o "se pasaba mas tiempo con los amigos cara a cara".
Eso cambió, no sirve rememorar ahora antiguas pero no lejanas épocas.
Los juegos virtuales han acaparado los momentos de
ocio de muchas generaciones que, en mayor o menor medida se ven atrapadas por
el novedoso azar, los sonidos, los colores y la competencia entre
"amigos".
Un ejemplo que causa furor en el mundo entero es CandyCrush Saga, un videojuego lanzado en el año 2012 con mas de 45 millones de
usuarios alrededor del mundo, incluso hasta con una canción que fue viral en
Youtube en pocas horas. No es menester de esta nota indicar reglas generales y
desarrollo de su jugabilidad. De ella podrían hablarle cualquier conocido,
amigo, pariente o vecino, pues algo es seguro: todos tenemos alguien cercano
que juegue al Candy Crush.
¿Cuál es la barrera entre divertirse diariamente con
un juego de Facebook y convertirse en adicto? La respuesta no es simple,
incluso es bastante compleja si se tiene en cuenta que no todos se creen
capaces de asumir su adicción al jueguito de las golosinas. Nadie parece
estar al tanto de lo que a simple vista puede ser un juego inofensivo pero que
en los casos más extremos puede llevar a muchos usuarios a sufrir el mal del
siglo XXI denominado Ludopatía Virtual.
¿Qué es la ludopatía virtual? Es un trastorno en el
control de los impulsos que lleva al uso desmedido de juegos y prácticas de
azar mediante sitios web.
Muchos aficionados a este juego dirán que las
consecuencias de su uso son inofensivas, pues tienen la "situación
controlada". Saben en que momento del día detenerse para seguir haciendo
sus actividades o creen no tener un problema mayor, solo quieren divertirse un
rato. Aún así, existen casos en los que se piensa constantemente en resolver cada
uno de los niveles que el juego ofrece, incluso a la hora de descansar se
imaginan cual será la estrategia del día siguiente.
En los últimos días y debido a la enorme popularidad
que adquirió el Candy Crush, se han hecho varios estudios que comprueban, entre
otras cosas, que no se había llegado a hablar de adicción hacia un videojuego
desde la era de la recordada consola Family Game. Ni siquiera los juegos de
Playstation han adquirido tanta masividad y popularidad en tan poco tiempo.
Algunos especialistas comparan este juego con el furor
que en su momento tuvo el conocido Tetris hace más de 20 años. Para
ellos la clave radica en tres puntos principales. El primero y más
atractivo es el siguiente:
"El Candy Crush ofrece recompensas lúdicas a
corto plazo, esto estimula el placer en el cerebro y hace que se necesite
seguir ganando aunque los niveles de dificultad lo impidan." Es allí
donde surge la segunda cuestión más atrapante del juego: La dificultad.
Asumir riesgos y tener vidas limitadas hace que el desafío sea mayor. La ya
famosa frase "pasame vidas" es fundamental para seguir
jugando. Incluso se realizan todo tipo de trampas y artimañas para
conseguirlas. Trampas que la popularidad, el boca en boca, e incluso páginas y
grupos en Facebook ya brindan al consumidor.
Es entonces cuando concluimos en la tercera característica
irresistible: el carácter social del juego. Debatir sobre los niveles, competir
con amigos y pedir vidas los mantiene conectados en una pequeña tribu de la que
los fanáticos de la Saga
forman parte como si se tratase de una película o un grupo de rock.
La moda del Candy Crush es, para algunos un desafío al
alcance de la mano, divertido, atrapante, inofensivo. Para otros, un comportamiento infantil e inentendible.
Todo depende desde que lado de la pantalla lo miremos.
Ahora bien, ¿qué vas a hacer cuando termines de leer
esta nota?
2 comentarios:
considero que nada en la vida es perjudicial cuando el uso o las practicas son moderadas, cuando se exede este comportamiento se empieza a notar el desequilibrio tanto fisico como mental y espiritual. por tal razon, la educacion y el conocimiento de toda practica es fundamental. mucho debe de hacerse para que esto suceda principalmente a traves de los medios de comunicacion
Jugar al Candy Crush, mas que una moda, una adiccion virtual :)
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