Desaparecer, una persona puede
desaparecer. No hace falta remontarse ni a las dictaduras militares, ni a las
redes de trata, ni a un evento sobrenatural, se puede desaparecer en la esquina de
Dean Funes y San Lorenzo. Una mañana de Julio de 2012 Fernando Lario se
fue de su casa, su familia todavía lo busca.
Salió del quincho devenido en su
casa que tenía en la parte de atrás del hogar de su madre hacia el complejo
universitario para fiscalizar una votación. Todos lo vieron entrar, inclusive
las cámaras de seguridad de la facultad, nadie lo vio partir. Sus cosas
aparecieron horas después en los acantilados. Los tiempos no concuerdan, ya que
se encontraba sin un medio de transporte propio y en colectivo no hubiese llegado
a esa zona de la ciudad en tan poco tiempo.
La justicia maneja tres hipótesis, averiguación de paradero, suicidio y
homicidio sin embargo la causa esta parada hace meses. Según Laura Lario,
hermana de Fernando, la causa se hubiese archivado si tanto ella como su
familia no hubiesen movido tierra y cielo por que aparezca se hermano.
Los medios se encargaron de generar una sentencia antes de tiempo, a Lario
se lo acuso de estafador, de tener problemas con las drogas y hasta de ser un
mujeriego, generando en el inconsciente colectivo una imagen negativa de su
persona. Desde el seno de su familia afirman que él para lo único que vivía era
para la facultad y para su hijo. Sara Escobar, madre del desaparecido, necesita
que su hijo aparezca. “No me importa si él es un estafador, si es drogadicto,
si tiene una segunda vida en otro lado, si se suicidó o lo mataron, necesitamos
cerrar la historia”, dice.
Hace
unas semanas un hombre en Santa Fe afirmó que Fernando Lario es su vecino.
El fiscal de la causa Fernando Berlingeri afirma que no se trata más que
otro de los supuestos que se vienen manejando hace ya 24 meses.
"La justicia actuó muy mal desde el principio de la causa, recién se
hizo un rastrillaje adecuado en la zona de los acantilados seis meses después
de que Lario desapareciera", reclaman desde su circulo familiar. Mariana
Lario, hermana de Fernando, asegurá que “el primer rastrillaje se hizo a los
tres días cuando en Mar del Plata caían pierdas, los buzos no pudieron bajar a
los acantilados. Utilizaron un perro enfermo porque no tenían otro. Recién a
los 6 meses llego la gendarmería nacional a investigar, hicieron un trabajo
espectacular, ¿pero qué podes encontrar tanto tiempo después?”.
Sea un suicidio, un homicidio o se haya fugado por algún problema, la
familia merece saber que paso con Fernando. La angustia de una madre que no
sabe donde esta su hijo y un hijo que no sabe donde esta su padre merecen tener
alguna respuesta por parte de la justicia. No alcanza con que desde que el
ministerio ofrezcan 200 mil pesos a quienes brinden datos acerca del
paradero de Lario. Algo queda claro de este caso: desaparecer, una persona
puede desaparecer.
1 comentarios:
¿Esta sola persona desapareció? ¿Y el resto--- quien los cuenta y los mas de 355 asesinados desde el 1-1 a la fecha que? y las violaciones, y los asaltos ,y los robos de casa, terrenos ,autos etc.etc.etc.que? O SE HACEN LOS DISTRAÍDOS...LO MAS LAMENTABLE, SIN DEJAR POR ALTO ESTE DESGRACIADO CASO; ES EL DESTROZO CAUSADO A NUESTRO PAÍS. TODO. TODO ES UN DESASTRE... Y NO MACANEEN. MAS.DEJEN DE OCULTAR REALIDADES.
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