Nunca es tarde para estudiar

Por Mariano Biavaschi y Agustín Miglierina


En Mar del Plata son muchos los hombres y mujeres de más de 40 años que se vuelcan hacia la universidad para cumplir con un anhelo de la adolescencia: cursar y recibirse en una carrera de grado.
Según las estadísticas del año 2006 de la Universidad Nacional de Mar del Plata, son 1253 los alumnos que superan las cuatro décadas, lo que corresponde al 5.5% del total de estudiantes. En tanto, la facultad con mayor número de ellos es la de Humanidades, con más de 470 entre sus filas.
Los motivos que llevan a estos “alumnos adultos” a decidir empezar a estudiar, ya sea por primera vez o no, son variados, pero el que más resalta es, sin lugar a dudas, la necesidad de cumplir con un sueño relegado, como dice el estudiante de Derecho de 48 años Jorge Curti: “Para mi fue una materia pendiente de toda la vida y en esta etapa la puedo realizar”. Sobre este tema, el Psicólogo Diego Elejalde (M.P.: 46283), considera que en estas personas se puede “observar a alguien que tuvo la suficiente fuerza, las ganas, la capacidad e interés, como para ir a buscar algo que satisfacía una cosa que va más allá de la esfera material, no como medio de vida o sustento. La motivación de estas personas tiene que ver con continuar algo postergado”.


Por otro lado, a pesar de haber una gran diferencia de edad con el resto de los alumnos, Jorge ve esta relación como algo positivo, ya que según él, es una linda experiencia porque se aprende de los chicos más jóvenes, muchos más frescos en los conocimientos, pero el ser más grande le brinda ciertas ventajas, como por ejemplo tener más experiencia de vida. Referido a este tema, la contadora María Julia Frontini, profesora de 4º año de la carrera de Contador Público, cree que las diferencias se hacen aun más notorias debido a la proporción de estudiantes, ya que “en los cursos más avanzados, con clases de más de 40 alumnos, se puede divisar, con suerte, a uno o dos mayores de 40 años”.
Pero no todo es tan fácil, puesto que a varios estudiantes, como Laura G. (42) y empleada del estado que estudia psicología, empezar de nuevo trae aparejados miedos y dudas. Su situación era de lo mas común, porque no sabía como iba a hacer, ya que “hace mucho tiempo que no tocaba un libro”, comentó, pero con esfuerzo y dedicación, que incluye cambiar fines de semana en familia por sábados y domingos de estudio para “recuperar el tiempo que se lleva el trabajo y la familia”, la carrera se hace llevadera y posible de realizar. Además, según mencionó, “aunque la vocación es lo más importante, hay que tener en cuenta que hoy un título te abre muchas puertas dentro del trabajo, sin importar la edad que se tenga”.
Continuando con las diferencias entre los estudiantes más jóvenes y los de más edad, el Licenciado Elejalde ve que es muy común en los segundos una cierta incomodidad, o que no se sienten acorde al lugar que ocupan, porque tiene una jerga, una forma de pensar y procesar diferente, y “sienten que no pueden enganchar la lógica de cómo piensan los jóvenes, pero de ninguna manera resulta en una inhibición del aprendizaje, sino más bien en una cuestión de precaución, un ¿podré o no podré?”.
Además, ve otra diferencia importante entre estos dos grupos, que está representada a la mencionada experiencia de vida de los más grandes, que hace a un posicionamiento que a veces amplia la mirada y a veces la estrecha, porque algunos “se quedan demasiado pegados a la propia vivencia y les impide pensar conceptualmente”. Por otro lado, los adolescentes tienden a simplificar las cosas, a no querer enroscarse demasiado o no analizar los temas en profundidad y simplificarlos lo más posible, pero como contra cara,“cuando el adulto no tiene todo este bagaje cultural que le permite analizar las cosas, le parece más difícil, y termina simplificándolas, no por una falta de interés, sino por dificultades conceptuales como para poder pensarlo desde la lógica de la complejidad”.
Por último, hacia el final de la carrera, aparece otra diferencia notoria, que es objetivo por el cual se estudia, porque si bien muchos chicos y chicas de veinte años y pico lo hacen para poder desarrollar una carrera profesional acorde a lo estudiado, muchos mayores de 40 los hacen más que nada para cumplir un ciclo, ya que como dice Jorge: “Yo no ejercería la profesión, lo estoy haciendo realmente como vocación, por que me gusta, esto para mi no es una búsqueda económica, es de conocimiento”.



*Ranking de carreras con alumnos mayores de 40 años:

1) Licenciatura en Psicología…………………...200 alumnos
2) Técnico en Gestión Cultural………………..114 alumnos
3) Licenciatura en Servicio Social…………....85 alumnos
4) Bibliotecario Documentalista……………….56 alumnos
5) Bibliotecario Escolar…………………………...56 alumnos
6) Lic. Bibliotecario y Documentación……….55 alumnos
7) Enfermero…………………………………….......51 alumnos
8) Licenciatura en Enfermería………………...47 alumnos
9) Contador Público…………………………….....47 alumnos
10) Profesorado de Historia…………………....47 alumnos

*Los datos son oficiales, tomados del último censo realizado por la
Universidad Nacional de Mar del Plata en el año 2006, excluyendo la carrera de Sociología, porque todavía no se encontraba restituida en dicha institución.

1 comentarios:

Maia dijo...

chicos, hubiese estado buenisimo que se lanzaran a estuadiar datos ustedes sobre los mayores de esa edad en la carrera sociología. Se los digo porque yo la empecé y es tremenda la cantidad de gente grande que hay.