UNIVERSITARIOS: ¿ADICTOS AL CAFÉ?

Por Victoria Urdampilleta, Mariano Biavaschi y Agustín Miglierina



En la ciudad de Mar del Plata, siete de cada diez estudiantes reconoció tener un gran vicio por el café. Algunos aseguraron consumirlo sólo por gusto, y otros admitieron que lo utilizan como ayuda “para estudiar y espantar el sueño”.


Café, ¿peligro?

El café es la bebida que se consigue por extracto de los frutos y semillas del cafeto. Contiene una sustancia estimulante llamada cafeína, un alcaloide que al ingerirlo penetra fácilmente en todas las células del organismo, e incluso excita el sistema nervioso central y su consumo en exceso puede generar dependencia. A su vez, puede provocar temblores, insomnio, palpitaciones, úlceras gástricas, aumento del nivel de colesterol, ansiedad, depresión y menor capacidad de rendimiento. Esta bebida no es peligrosa si se toma con un debido control, pero su abuso genera adicción y puede acarrear problemas de salud.

Los estudiantes y el consumo

En una encuesta realizada a cincuenta alumnos de distintas facultades de Mar del Plata, siete de cada diez afirmaron consumir excesivas dosis habituales de cafeína.
Ariel Bega, estudiante de tercer año de psicología, aseguró que toma seis pocillos todos los días, y que cuando se acaba el efecto del café es capaz de quedarse dormido en cualquier parte. Evidentemente, esto refleja el vicio y el acostumbramiento que puede generar esta bebida. Su frecuencia crea una adaptación, lo que explica que personas habituadas a tomar café suelen sufrir diversos síntomas cuando no ingieren su dosis diaria. Puede incluso provocar un síndrome de abstinencia que deriva en cansancio, irritabilidad, incapacidad para concentrarse, dolor de cabeza, y otros malestares físicos.
De esos siete estudiantes, la mayoría confesó tomar café por una cuestión de necesidad, una especie de ayuda para “espantar el sueño” y así poder realizar todas sus actividades sin caer en la tentación de cerrar los ojos y descansar.
María Bertolami, alumna de tercer año de publicidad, declaró no ser
muy adepta a esta bebida, “salvo en épocas de examen”. Esto es algo bastante común en los universitarios y alumnos terciarios. La época de exámenes se convierte en un período de concentración total, donde también se genera nerviosismo y estrés “pre-parcial”.
Julieta, otra alumna de publicidad, contó que estudia de mañana y trabaja de tarde. “Estoy todo el día haciendo muchas cosas, y el café me da muchas pilas, me ayuda a mantenerme a ritmo”. También, aseguró que toma “tres tazas a la mañana y por lo menos otras dos a la tarde”.
¿Será el café una moda o realmente una necesidad? En los últimos dos años, el consumo de café en Argentina creció en un 15%, y se proyecta que la gente tomará un 50 % más en los próximos diez años.


Aspectos positivos

Si bien el uso de la cafeína genera demasiados malestares y enfermedades físicas, también tiene su lado positivo. Una taza de esta bebida, ayuda en el proceso de la digestión. Otra característica muy importante, es que el consumo moderado -unos tres posillos al día- es aceptable para una salud sana. De esta manera, puede ayudar a prevenir el cáncer de próstata, ya que contiene boro, un producto químico necesario para la salud de la misma. También, un grupo de investigadores de la Academia Nacional de Ciencias Estadounidense, descubrió que ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Aunque hay una sorprendente diferencia en el número total de los pros y los contras del café, todo depende y varía según la cantidad que tomemos. No más de dos o tres pocillos al día es lo necesario para tener un buen equilibrio y disfrutar de esta sustancia.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones por el emprendimiento , necesitamos más acompañamiento para evitar el escarnio educativo.

http://www.introduccion-psicologia.blogspot.com/

Jimena Dilota dijo...

Muy buena la nota... Así que esta prometedora estudiante a punto de recibirse toma mucho cafe? Ahora entiendo todo...
Los felicito por Aula magna, una excelente segunda parte de un proyecto que empezamos en 2007, y orgullosa y acertadamente continúa hoy "en sus manos"...

Jimena Dilota. Periodista