FONAPA: “Buscamos verdad, justicia y memoria, pero completa”



Por Joaquín Lledó y  Luca Ventimiglia

El retiro del cuadro del capitán Giachino del Concejo Deliberante de Mar del Plata en junio del año pasado impulsó a un grupo de vecinos autoconvocados a formar un espacio de debate y participación activa. Convencidos de la injusticia que eso representa y de que un héroe de guerra nunca puede ser desprestigiado, crearon el “Foro Nacional Patriótico(FONAPA), que se hizo notar a través de concentraciones y pintadas en distintos puntos de la ciudad. 

Sus integrantes creen en el patriotismo como base de su ideología, reivindican la guerra de Malvinas y dicen buscar la verdad sobre la última dictadura militar ya que “deben juzgarse a las dos partes porque los derechos humanos son un bien de todos, no de algunos”.

El Capitán Pedro Eduardo Giachino fue el primer argentino caído en la guerra de Malvinas. Su imagen formaba parte de la muestra permanente en homenaje a todos los marplatenses caídos en combate. En junio del año pasado el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Artime, decidió retirarla a partir de un pedido de organismos de Derechos Humanos por presunta participación en delitos de lesa humanidad.

La medida generó malestar en un grupo de vecinos que decidió manifestarse y reclamar la reincorporación del cuadro. “Iniciamos una convocatoria por Facebook, y el primer día nos juntamos 400 personas en la Municipalidad.  Ahí nos conocimos muchos que estábamos separados y compartíamos los mismos ideales, y así surgió el FONAPA”, explica Carlos Gustavo Pampillón, uno de los fundadores de la agrupación.

El reclamo comenzó a partir de que, según dicen, nunca se dio una explicación formal por el retiro del cuadro.

Para el FONAPA  los héroes de Malvinas están por sobre todas las cosas. Por eso,  Pampillón dice que “Giachino está ahí por haber sido un héroe” y que aunque hubiese participado en la tortura y desaparición de personas durante la última dictadura, “una cosa no cambia la otra”.

Además, explica que al bajarse el cuadro, “se burlaron leyes internacionales, cuestionando a un héroe de guerra condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate, la única entregada por unanimidad por el Congreso de la Nación”. Además, argumenta que “no se puede hacer una causa contra un muerto”.

El motivo por el que organismos de Derechos Humanos solicitaron el retiro del cuadro fue a partir de la declaración de un testigo del juicio por los delitos cometidos en la Base Naval de Mar del Plata, Gabriel Della Valle, que señaló a Giachino como el interrogador durante su cautiverio en 1976. 

Desde el Centro de ex Combatientes de Mar del Plata la medida no fue objetada. “Ellos no se opusieron al retiro del cuadro, pero con nosotros hay un grupo de ex combatientes que se han sumado a los reclamos”, explica Pampillón y agrega que desde el FONAPA reivindican la guerra de Malvinas, consideran que “fue vital” y desmienten las malas condiciones en las que se envió por ese entonces a los combatientes.


 
-  ¿Qué respuesta tiene el Foro por parte de la sociedad? 
-  Enseguida nos acusan de fachos y nunca escuchan lo que tenemos para decir. Por ejemplo, yo jamás apoyaría a un militar gobernando el país. El milico es tosco, le dicen que tiene que ir a defender la patria y va sin preguntar, no está preparado para razonar. Eso no quita que las Fuerzas Armadas tienen que ser una institución respetada y hoy no lo son.

-  ¿Qué posición adopta la agrupación ante los Juicios a los represores?
-  Yo particularmente estoy en contra de la tortura y los responsables tienen que ser juzgados como corresponde. Sin embargo, dentro del Fonapa hay diferentes opiniones con respecto a éste y otros temas. Pero ninguno de nosotros está de  acuerdo con la parcialidad con la que se llevan a cabo los juicios. Hay que juzgar a todos, de los dos lados. Militares que cometieron excesos, montoneros que asesinaron y erpianos que pusieron bombas y mataron niños. Por eso decimos que buscamos verdad, justicia y memoria, pero completa. Los derechos humanos son un bien de todos, no de algunos.

Esta “búsqueda de la verdad”, incluye también el cuestionamiento a la cifra oficial respecto a los desaparecidos durante la última dictadura. “No negamos a los desaparecidos, lo que queremos es que se diga la verdad”. Aseguran que la cifra de los 30 mil fue creada para que se los consideren como delitos de lesa humanidad.
Sin embargo, la definición de “crimen de lesa humanidad” del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, no establece una cifra especifica sino que considera como tales delitos a aquellos actos que se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”.

Basándose en el informe de la CONADEP, aseguran que el número ronda los 8 mil desaparecidos. Ante este tipo de cuestionamientos el ex Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, ha asegurado en reiteradas oportunidades que "la cifra de 30 mil no es ni arbitraria ni caprichosa” y que "tomar los registros parciales de la CONADEP y los posteriores a la Secretaría de Derechos Humanos como registros totales, es tan falaz y mentiroso como reducir el número de desaparecidos a la cantidad de restos óseos localizados, que apenas superan el número de 1000".

En la ciudad a partir de la conformación del Foro Nacional Patriótico comenzaron a aparecer pintadas demostrando que su actividad no se trata de un simple reclamo sino que detrás hay fuertes creencias que están dispuestos a defender. Zurdos a la pared”  o “Juicio y castigo a montoneros” fueron algunas de las tantas frases que se pudieron ver.

-¿Por qué cree que todo esto sucede en este momento de la historia?
- Los que perdieron aquella guerra con la dictadura son los que hoy gobiernan. Juzgan y destrozan a una institución por una venganza de hace treinta años, generando odio por todo aquel que use un uniforme. Tomaron nuestras calles y lavaron el cerebro de nuestra juventud. Son los dueños de los medios y usan nuestro dinero y esfuerzo para seguir difundiendo su mentira. Perdimos la batalla pero la guerra continúa.