En Mar del Plata el abuso sexual infantil se denuncia tres veces más que hace una década




 Por Tatiana Paz Russo

Desde que Nerón era emperador de Roma en el siglo I d.C y utilizaba a los bebés que tomaban pecho para que le practiquen sexo oral, enfermedad conocida como nepiofilia, hasta la actualidad,  la pedofilia, la pederastia  y el uso de niños como objeto sexual, continúa siendo un grave problema en nuestra sociedad.

A pesar de que en la práctica no se tiende a diferenciar los términos, existe la diferencia entre los pedófilos y los pederastas. La paidofilia o pedofilia es un trastorno mental, considerado como una enfermedad por la psiquiatría, que consiste en la atracción sexual hacia los niños pre- adolescentes que nunca termina en acceso carnal. La pederastia, en cambio, es la práctica sexual con menores de edad que suele ser violenta (en Argentina esta penada por la ley).

Si bien no hay un perfil psicológico exacto de estas personas, la licenciada en psicología  y titular del Cuerpo Técnico Auxiliar Penal Juvenil del Partido de General Pueyrredon, Beatriz Malbrán, y la titular de la Comisaría de la Mujer y La Familia de Mar del Plata,  subcomisaria Graciela Monsalve, coinciden en que son cuidadosos con su aspecto físico, controlan sus actitudes frente a los demás, son seductores y compradores, controlan a sus víctimas a tal punto que las hacen pensar que ellas provocaron el hecho. Otra característica que presentan, es negar hasta la muerte el daño que provocaron y a  diferencia de lo que se suele pensar, no todos los pedófilos y pederastas fueron golpeados o abusados sexual o psicológicamente cuando eran chicos.

“Los pederastas  llegan a sus víctimas a través de regalos, amenazas, por su “encanto” u otras cuestiones. Lo cierto es que una vez que se consumó el hecho es muy difícil que los delaten, lo que hace que el abuso perdure en el tiempo porque  la persona que lo sufre suele pensar que van a culparlo por lo que le pasó y prefiere no contarlo”, dice la licenciada Malbrán, y  agrega: “Esto se produce porque el victimario amenaza con que si la víctima habla nadie  va a creerle, la madre va a dejar de quererlo, enojarse  o rechazarlo, la familia se va a disolver, va a abusar de sus hermanos y en otras ocasiones que va a matar a alguien de su entorno”.

 A los pedófilos, en el noventa por ciento de los casos, les interesa contactarse con niñas que  buscan a través de  Internet. Crean un perfil falso en las redes sociales y se hacen pasar por un  par, de esa forma logran el contacto que esperaban, ya que lo único que les interesa es obtener imágenes de ellas. Por lo general después de hablar un tiempo, el pedófilo, termina contando  su verdadera edad y es ahí cuando la víctima  se asusta y quiere cortar el vínculo. Pero muy rara vez puede lograrlo, ya que la amenaza con mostrar las fotografías que previamente le mandó.

“En Mar del Plata no hay gente que trabaje con los abusadores, siempre se contiene a la víctima luego del hecho, pero nada se hace para prevenirlo ni tratar a este tipo de personas y eso es un grave problema”, asegura la Subcomisaria Monsalve que además aconseja hablar con los chicos y “enseñarles que nadie puede tocarlos y primordialmente creerles si nos dicen que alguien los manoseo o abuso sexualmente de ellos, no pueden inventar el abuso. Lo importante es generar confianza y  no asustarlos por lo que nos cuentan”.

“Es sumamente importante saber que un niño es incapaz de crear en su mente un abuso sexual porque a tan corta edad la sexualidad no esta instalada en su cabeza, por eso inmediatamente se le debe creer”, afirman las especialistas consultadas.

La Subcomisaria Monsalve, dice que los casos de abuso sexual hacia los niños se denuncian el triple que hace una década atrás, casi siempre suelen hacerlo las madres  y al igual que Malbrán destacan que “es muy importante que las denuncias se hagan lo más rápido posible”. La Comisaría de la Mujer cuanta con un gabinete interdisciplinario compuesto de profesionales en asistencia social, psicología y abogacía para poder ayudar a la víctima inmediatamente.

Los pederastas y pedófilos son como camaleones monstruosos que se ocultan fácilmente en la sociedad. Los hay de traje y corbata, de jean y zapatillas, con ojos claros u oscuros, rubios o morochos, altos o bajos, gordos o flacos, con o sin hijos, familiares o amigos, vecinos o amigos, conocidos o desconocidos, mujeres o varones, no hay formas de destinguirlos, es por eso que debemos estar atentos a nuestro alrededor y a las señales que dan los mas chiquitos.

Dónde denunciar

- Comisaría de la Mujer y La Familia. Independencia N° 2474. Piso 2°. Teléfono: (0223) 492-0019

- A.N.A (Asistencia del Niño Abusado).Colón N° 4485. Teléfono: 475-0000

- CAFER (Centro de Ayuda a la Familia en Riesgo). Bolívar N° 4252. Teléfono: 475-9485

- C.A.M.M (Centro de Apoyo a la Mujer Maltrada) Larrea N° 3291. Teléfono: (0223) 472-0524