Facebook: un laboratorio con pocos límites




Por Ivanna Venuto y Micaela Sabadin  


Las redes sociales convirtieron por completo la forma de relacionarse en los últimos años. Facebook, la red más grande y pionera en el intercambio virtual, influyó notablemente en la sociedad. En Argentina hay 23 millones de personas que tienen un perfil propio, lo que permite socializar con otros usuarios. Actualmente no solo se utiliza como forma de pasatiempo, sino también para concretar reuniones laborales o encuentros casuales, como también promocionar proyectos personales o publicidad.

Mucho se habló del peligro que tener un perfil conlleva, de la poca privacidad que se tiene al acceder a uno, y las desventajas del mismo. Sin embargo, Facebook sigue liderando el mercado mundial y va más allá, en Agosto de 2014 se incrementó en Argentina la personalización del género del usuario.


La red social ofrece ahora diversas definiciones que buscan expresar mejor la identidad de los usuarios, más allá de la de hombre y mujer. Esta aplicación ya estuvo vigente desde Febrero en Estados Unidos y luego se extendió a usuarios del Reino Unido y España. El sitio web ofrece por lo menos 54 opciones diferentes de género para identificarse y la posibilidad de controlar su visibilidad ante determinadas audiencias (el usuario decide quien quiere que vea su cambio de género), de esta forma se podrá compartir con amigos, familiares o de forma totalmente pública.


 Paula Palomba, psicóloga (MP 46257), abordó la influencia de las redes sociales y como afecta a nivel individual: “Mas allá de la búsqueda de personas, Facebook se convirtió en una forma de contacto, donde se miden los vínculos. Es decir, se evalúa el grado de afecto que una persona tiene, por ejemplo con un me gusta”. En ese sentido, Paula afirma que “muchas personas tienen actualmente una relación profunda con una pantalla de una computadora o un celular, pero no con las personas verdaderas”. Además agrega: “Se toma un punto de comunicación basado en las conversaciones por Facebook o whatsapp, y no basado en la oralidad. En otras palabras, se considera como realidad una relación que es virtual. Es innegable el lugar que esta red social ocupa en la sociedad, es un lugar donde hay menos privacidad, más exposición, y más conexión, que no quiere decir que haya más y mejor comunicación”.


Con respecto a los nuevos géneros de Facebook, Paula plantea que “responden a la necesidad, principalmente en el adolescente, de formar parte de algún grupo con el que se identifique con ciertos rasgos, y así poder armar una identidad en común a partir de eso”, a lo que añade: “Esta red social es una búsqueda constante de aprobación y aceptación”.

 Por otra parte, Guillermina Cuquejo, comunicadora social, plantea la influencia de Facebook en la sociedad: “En el caso de los jóvenes, influye por ejemplo en la forma de relacionarse entre ellos. El lenguaje específicamente es el más afectado. Las mezclas de palabras, la sustitución de letras y el uso de emoticones condiciona la forma de comunicarse con sus  pares”.  En el caso de los nuevos géneros vigentes en Facebook, Guillermina sostiene que “no es una aplicación ni positiva ni negativa, ya que no condiciona en absoluto lo que la persona es, nada garantiza que lo que se pone en esa opción sea cierto”, pero aclara que esta  nueva aplicación, "tiene como fin generar un impacto en la sociedad pero por una cuestión más comercial”.


 Facebook llegó para quedarse. La nueva tendencia es ir hacia una indiferenciación cada vez mayor, donde no se van a poder distinguir fronteras y las redes sociales van a jugar un rol fundamental en la vida de las personas. Con esta perspectiva, quedará en cada uno de qué lado del límite quiere pararse. Si es que, todavía, hay límites.