¿Tu mail es seguro?



Por Mariana Brailovsky, Paola Pérez y Alejandra Salinas.

Para proteger los correos de espionaje no deseado, un grupo de científicos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), creó un nuevo servicio de mail, ProtónMail, que provee codificación de fin-a-fin, esto significa que ni la propia compañía puede ver el contenido de los mensajes. La empresa con base en Ginebra, Suiza, fue co-creado por Andy Yen y Jason Stockman.

Desde que Edward Snowden decidió fugarse de Estados Unidos con información clasificada de las agencias de espionaje más importantes de la actualidad (CIA,  NSA), el mundo no ha sido el mismo.



El programa de espionaje online PRISM, que fue dado a conocer por el mismo Snowden, ex contratista de la CIA, en colaboración con el periodista de investigación Glenn Greenwald, pusieron en evidencia lo que para muchos era un secreto a voces: Estados Unidos espía al mundo a través de Internet bajo la tutela de la ley antiterrorista y sin jurisprudencia fuera de su país. Los locos de las conspiraciones tuvieron su mejor día. 

Glenn Greenwald, periodista de The Intercept, debió utilizar este tipo de correo para poder comunicarse con el ex agente, Snowden. Ellos utilizaron otro sistema denominado PGP. Inventado en 1991, PGP significa “bastante buena privacidad” y llegó a ser un instrumento sofisticado para proteger correos electrónicos y otras formas de comunicación en línea contra vigilancia y hackeo. Proporciona una clave pública, es decir un código único que permite que la gente reciba correos codificados. Algo más complejo que una simple casilla de mail. 

Programas como Prism funcionan de manera silenciosa, indetectables. Ellos no se roban tus datos, es decir, no vacían tus cuentas ni las modifican de ninguna manera, lo que hacen es copiar toda la información que tenes, o incluso leerla en directo, como ver un programa de TV en vivo o uno grabado. El tema radica en que esa data que obtienen la pueden guardar si quieren, para usarla en un futuro.

ProtonMail nació de esta manera, de la necesidad de volver a tener seguridad en las comunicaciones diarias.
“Comenzamos a pensar sobre este problema mucho antes de las fugas de Snowden, pero fue la publicación de estos documentos lo que nos llevó a tomar acción, ellos demostraron lo mucho que la privacidad online erosionó”, dijo el co-fundador Andy Yen en una publicación americana. 

Pero ¿cómo podemos volver a confiar en una compañía cuando otras nos han defraudado en algo tan delicado como nuestra privacidad? ¿Por qué deberíamos confiar en ProtonMail?
No es necesario, ProtonMail usa codificación punto-a-punto (end-to-end) dijo Andy Yen y agregó: “Básicamente significa que la data del usuario es codificada antes que deje su computadora y podrá solo ser descodificada por el receptor. Con este sistema, los servidores de ProtonMail nunca tienen acceso a los datos enviados por el usuario y no pueden leer ningún mail”.

¿Por qué Suiza?
El equipo de PM cubrió todas sus bases. Por ejemplo, eligieron Suiza porque, de acuerdo con el Acta Federal Suiza sobre vigilancia postal y tráfico de telecomunicaciones (SPTT por sus siglas en ingles), la compañía no puede ser obligada a exponer el sistema a ningún gobierno, y cualquier intento de modificar la SPTT generaría un referéndum público, debido al alto grado de descontento que provoca esto en la sociedad suiza.

En una encuesta realizada a 40 personas por medio de Google Forms en la web, más del 70% de personas afirman saber que Estados Unidos utiliza el espionaje para vigilar a otros países. Casi un 80% aseguró que le importa que esto suceda. A su vez, casi el 90% de los encuestados piensa que su e-mail no es algo seguro.
Cuando se les preguntó si les gustaría tener un e-mail a prueba de espías, un 75% respondió que sí.
Sin embargo, sólo un 2% conoce el ProtonMail.
 
Como periodistas, la información es algo vital y la protección de las fuentes algo primordial a la hora de una investigación. ProtonMail provee la herramienta para que la comunicación sea en definitiva más segura.
Por el momento, PM cuenta con una interfaz en inglés, muy similar a cualquier webmail, como Yahoo o Gmail. Debido a que están sobrepasados de usuarios, para inscribirte,  podes pedir una invitación que te pone en lista de espera, pasado un tiempo, te responden con un link para crear tu  cuenta.  

Vivimos en una época donde los chicos aprenden a compartir todo en las redes sociales, pero muchos aún recuerdan como era la vida antes de internet. La gran red global (por sus siglas en inglés world wide web) trajo  avances impensables, cambió la forma en que nos comunicamos e informamos, rompió barreras que antes era tan solo posibles en la imaginación de algunos. Pero como todo gran invento que cae en las manos equivocadas, su uso se transformó. Perdimos un derecho fundamental, el de la privacidad. Sin embargo, podemos reclamarlo. La privacidad, después de todo, debería  ser una elección.

Voto a los 16: ¿Los jóvenes le dan valor?




Por Nahuel Calderón, Augusto Flores y Emmanuel Hidalgo


 El  1 de noviembre de 2012 se sancionó la Ley de ciudadanía argentina (26.774) que detalla la posibilidad de voto optativo para jóvenes de entre 16 y 17 años. Los adolescentes representan, en su totalidad, el 2% del padrón electoral.

 Argentina es el sexto país, tras Nicaragua, Austria, Ecuador, Cuba y Brasil, que se suma a la reducción de edad mínima para emitir el sufragio. 


En el año 2013 fue la primera vez que se realizó el llamado voto joven y contó con un presentismo del 80%, representado en 480.000 chicos.

Para las elecciones presidenciales 2015,  de un total de 1.165.000 adolescentes de entre 16 a 17 años,  660.000 se encuentran capacitados para votar, según datos oficiales, aportados por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Es condición indispensable, para figurar en el padrón, tener el documento renovado; de lo contrario no podrán emitir el sufragio. 

Con el objetivo de conocer el nivel de información electoral, se realizó una encuesta a 100 alumnos  de distintos colegios de la ciudad. Los datos fueron tomados en  Colegio Nacional Mariano Moreno (E.E.M 22 y  E.E.M 23), Escuela Nuestra Señora del Camino y Colegio Fasta.  


En aspectos generales,  el 50%  los estudiantes consideró que la política no le importa, mientras que a la otra mitad sí le interesa, aunque a la vez  tiene inquietudes, dudas, desconocimiento y desinformación respecto de la política. El 70% manifiesta que no participará en las próximas P.A.S.O.


Por otra parte, una de las paradojas de los resultados arrojados,  se manifestó en que  más del 60%  siente que no se encuentra capacitada para votar,  pero sí sabe a quién le daría su potencial voto.

Salvo casos excepcionales como jóvenes militantes o comprometidos con una causa social como una ONG, a la mayoría no le importa del todo o no conoce el valor de tener el derecho a sufragar. 
  
El compromiso con un ideal, en mi caso, es una responsabilidad que asumo desde muy joven con una causa. Yo soy militante, tengo mis ideas y por eso las traemos a la escuela, formamos los centro de estudiantes. Tenemos dos listas, la Roja y la Verde, votamos a mitad de año más o menos y el mandato dura hasta fin de la cursada, y así cada año. Nosotros nos encargamos de los problemas en las instalaciones, si los hay, si alguno de los chicos tiene un inconveniente o cualquier cosa en la cual podamos ayudar”, sostuvo uno de los entrevistados. 

 

 Existen muchos debates acerca de que si el voto a los 16 años es o no apropiado, ya que se suele creer que los jóvenes no tienen la capacidad intelectual con tan pocos años. Pero la integración que en los últimos años han tenido en la sociedad ha ido en incremento. Si bien esta muy dividida la labor que tienen los adolescentes, hay quienes ni siquiera se interesan, no solo en política sino en las cosas sencillas de la vida; otra gran parte decide saber lo que acontece a su alrededor, un poco por herencia familiar y a su vez, muchos acuden a por interés propio, que nada tiene que ver con el pensamiento o ideología del núcleo hogareño.

Los chicos se introducen en el debate político, no solo para saber de política, también para opinar con fundamentos en cualquier índole. Un antecedente del cual se habla siempre, y con gran valor, es la reconocida “Noche de los lápices”, en la cual adolescentes de menos de 18 años reclamaban por el boleto estudiantil en plena dictadura. Este hecho es un claro ejemplo de que no se necesita ser “grande” o “maduro” para luchar por derechos sociales. Es por esto que cuando se suele decir, “son chicos, como van a votar”, hay que recordar siempre la fatídica noche de los años setenta, para ver que cuando se tiene un ideal, poco importa la edad.