La golpiza final

Por Nicolás Martín, Patricia Migliardi, Silvia Prina y Verónica Arias


La sociedad argentina sufre por estos tiempos una violencia ya establecida. Violencia que nació hace tiempo pero que en los últimos años se ha manifestado con mayor fuerza. Ya sea en las calles, en las canchas, en los boliches, ningún lugar donde haya dos o más personas queda exento de discusiones, agresiones, golpes, etcétera. Y esta furia, en parte, también se explaya en festejos. Es el caso de los graduados, en las universidades, luego de rendir la última materia. Aunque vale aclarar que estos hechos no son únicos ni nuevos. Este “maltrato” que recibe el graduado, por parte de familiares y amigos, es incluso esperado y hasta aceptado por la “víctima”.
“Cuando entré a rendir, aunque segura de que me iba a ir bien, estaba muy nerviosa y recuerdo que pensé que era lógico ya que era mi último final, o por lo menos el último de la carrera. Después me di cuenta que, en realidad, los nervios pasaban por lo que me esperaba a la salida”, comenta Carolina, Licenciada en Psicología de la Universidad Nacional de Mar del
Plata.
Al salir del complejo universitario, el profesional sabe que recibirá todo tipo de agresiones, tanto físicas como psíquicas, y que no podrá hacer nada para evitarlo. Amigos y familiares les arrojan, en el mejor de los casos, huevos, harina, papel picado y otros tantos elementos. Si el graduado es varón, probablemente lo rapen, lo afeiten y hasta incluso lo depilen. Las mujeres corren con un poco más de suerte, les cortan o les rompen la ropa y en muy raras ocasiones les cortan mechones de pelo.


“Estaba resignada a lo que me iban a hacer. Mis amigos me amenazaban desde hacía meses”, relata Carolina. Este ritual, practicado desde hace años, parece ser necesario para despedir al estudiante y dar la bienvenida al nuevo profesional.
“Cuando salí del examen me estaban esperando mis viejos muy emocionados, pero enseguida las lágrimas de emoción fueron reemplazadas por las de dolor”, cuenta Luciano Gaspari, Licenciado en kinesiología de la UBA, que al rendir su último final sabia que se le vendría una tortura interminable y con secuelas posteriores. Primero fueron cortes en las ropas, para seguir con huevazos a quemarropa y luego la crucifixión a un palo donde empezaría lo más duro. “Me tiraron los elementos más asquerosos e inimaginables dentro de mi boca, me dieron arcadas al punto del vómito”, comenta Luciano recordando con asquerosidad ese momento. Cuando parecía que todo el sufrimiento terminaba, llegaron los amigos de Mar del Plata, para darle, como en las peleas de boxeo, el “punch” final que noquea al contrario. Le pegaron cintazos, lo pasearon desnudo por la Capital y hasta le cortaron “todos” los pelos del cuerpo con una maquinita de afeitar. “Es lo que me imaginé que me iban a hacer”, sentencia el licenciado Gaspari.
Cada carrera tiene su 'Recibódromo', lugar específico donde es llevado el egresado para aplicarle todo tipo de “torturas” y “humillaciones” públicas. Incluso, algunos tienen hasta nombre, como es el caso del de la Facultad de Ingeniería que se llama José A. Lo Lograste.
“Resignada por las amenazas que había sufrido durante meses, me cambié y me dirigí al 'Recibódromo'. Fue entonces cuando se descargaron con mezclas de harina, barro, cerveza, vino e ingredientes no identificados (no quise preguntar). Otros prefirieron hacer tiro al blanco con los huevos y más de uno se regocijó reventándolos con un golpe sobre mi cabeza. Para finalizar, y no menos asqueroso, alguien me bañó con el aceite que se usó en el buffet de la Facultad durante gran parte del año”, recuerda Alejandra, Ingeniera Química recibida en la UNMDP. Pero a pesar de la descompostura por las náuseas y el dolor de cabeza, reconoce que fue, hasta este momento, el día más importante y más feliz de su vida.
Sin embargo no todos viven esos momentos con alegría, ni para todos son tan agradables. “Queda todo hecho un asco y nosotros somos los que tenemos que limpiarlo, porque si bien hay un lugar específico muchas veces tiran cosas hasta en el hall de la Universidad y otras queda un olor tan feo que tenemos que baldear para que se vaya”, comenta Silvia del personal de limpieza.
Algunos con más, otros con menos, pero muchos de los estudiantes al terminar la carrera reciben estas agresiones. Con respecto al tema la Licenciada en Psicología Daniela Christensen dice: ¨ No estamos hablando de la legitimidad de festejos con huevos y harina, es un hecho violento, y como tal, tendría que recibir algún tipo de sanción ¨. Además, opina que si a un estudiante le espera al final de su carrera una golpiza como la que relata Luciano y tiene conocimiento de que le va a pasar, “es lógico" que tenga "ansiedad y miedo”. En ese sentido Luciano afirma: “En cualquier otra circunstancia no hubiese tolerado nada de lo que me hicieron o me hubiera vengado de cada uno”.
En cualquier ámbito de la vida uno puedo cruzarse con la violencia, pero parece que para los graduados esa golpiza fuera el premio a tantos años de esfuerzo y por lo tanto, la mayoría de las veces, es bien recibida. Aunque sigue siendo violencia.




Lo más común:

  • Huevos
  • Harina
  • Papel picado
  • Aderezos (mayonesa, mostaza)
  • Polenta
  • Vinagre
  • Yerba
  • Azúcar
  • Cerveza
  • Tomates
  • A los varones: raparlos, afeitarlos y a veces hasta depilarlos
  • A las mujeres: cortarle la ropa y algún mechón de pelo

Lo más zarpado:

  • Pintura
  • Aceite quemado de avión
  • Aceite para autos
  • Pescado podrido
  • Tinta
  • Aceite comestible (usado en varias frituras)
  • Kerosén
  • Limón en los ojos
  • Alimentos en estado de putrefacción
  • Excremento de animales

Colación de Grados en la UNMDP

El acto de colación de grados correspondiente al año 2008 proseguirá este martes en la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde además se realizará la entrega de títulos que no han sido retirados por los egresados de la Segunda y Tercera Colación del año 2007.
La jornada comenzará a las 9, y allí recibirán sus diplomas de grado y postgrado los alumnos egresados de la Facultad de Humanidades y Psicología. Luego, a las 11, se hará la misma entrega con las Facultades de Ciencias Exactas y Ciencias de la Salud.
Los actos tendrán lugar en el Aula Magna de la Facultad de Derecho, en 25 de Mayo 2865, y como es habitual serán presididos por autoridades del Rectorado y de las distintas Unidades Académicas que conforman la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Estrategias para la alfabetización

Con el objetivo de trabajar en técnicas pedagógicas para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje en la alfabetización y el apoyo escolar, el Programa de Voluntariado Social "Nunca es Tarde" de la Federación Universitaria Argentina (FUA) Regional Mar del Plata realizará el sábado 25 de octubre a las 9.30 un Taller de Animación de Grupos. El curso se llevará a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, ubicada en 25 de mayo 2865.
El taller será dictado por Giselle Delgado, coordinadora de la mesa pedagógica de "Nunca es Tarde". Está destinado a todos aquellos que participan en instancias educativas formales y no formales, y al público en general. Cabe señalar que se entregarán certificados de asistencia.
Lo interesados en inscribirse pueden comunicarse por mail a netmardelplata@gmail.com o al Centro de estudiantes de Derecho 0223-4918604.



Estudiar o no estudiar, ésa es la cuestión


Por Belén Colombo y Walter Varela


Comienzan los preparativos para el viaje de egresados. Últimos exámenes, fiesta de despedida. Se termina la secundaria y arranca una nueva etapa. Una decisión que, muchas veces, puede definir nuestro destino: estudiar o no estudiar.
El final de la secundaria es un proceso muy relevante en la vida del adolescente, ya que de tener una vida organizada y rutinaria, pasa a tomar decisiones determinantes y a convivir bajo presión y horarios diferentes. Hacer lo que uno quiere nunca fue tan complicado.
¨ La elección final se ve condicionada por la visión de la familia ¨, así lo reconoció la licenciada en Psicología Soraya Romano (Mat. 46.058), quien además afirmó que es determinante la importancia que se le de en el seno familiar a la intelectualidad y a la educación como desarrollo de la mente.
“Algo a tener en cuenta y que influye en gran medida- comentó Romano- es el contexto en que se halla inmerso el joven”. Es decir, el lugar donde vive, el momento histórico y sobre todo la situación económica y el acceso al estudio.


Licenciada Soraya Romano


En muchos casos la presión de los padres se relaciona con el traslado de sus propias vivencias, intereses o ambiciones a sus hijos quienes no siempre las comparten. En esos casos la licenciada Romano opinó que los adolescentes deben decidirse a “frustrar a sus padres” si tienen claro que es lo que quieren para sus vidas.

Los que dicen que no

La opción más directa a no estudiar es trabajar. Ingresar en el mundo laboral recién salidos de la secundaria, con las herramientas que ésta nos da. En muchas ocasiones los jóvenes se ven obligados a elegir el camino laboral por pertenecer a estratos sociales de bajos recursos, y necesitar un ingreso monetario.
La Licenciada resaltó que “en el trabajo se aprenden cosas que no se aprenden en otro ámbito como la universidad, es un espacio de inclusión social donde las personas reconocen grupos y jerarquías”. Esta no es una mala opción si se conlleva con los intereses personales y la actividad que elegimos nos permite desarrollarnos sin mayor conocimiento que los adquiridos en la secundaria.
También existen casos en que no se toma ninguna decisión y la persona queda estancada en el seno paterno, protegido de los pormenores del mundo exterior y de alguna manera resistiéndose a la adultez. En estos casos es probable que se conjuguen “una falta de autoridad y atención de los padres y una imposibilidad de los jóvenes de tomar decisiones”.

Los que dicen que sí

Según Romano, el estudio es un método de crecimiento intelectual que además sirve para abarcar territorios que antes parecían inalcanzables. Así un estudiante puede acceder a conocimientos que le permitan avanzar en su actividad profesional e incluso dotarlo de un mejor conocimiento y entendimiento del mundo.
Existen quienes estudian y además trabajan y logran combinar ambas actividades. Esta experiencia es muy productiva y le permite al estudiante desarrollarse económicamente e incluso independizarse. Por otro lado, si el empleo está relacionado al campo de estudio, sirve como una práctica profesional e inserción en el ambiente en el que desarrollará su carrera.

Un ratito más



Por Eugenia Pandín, Florencia Perissé y Gonzalo Gobbi

La luz comienza a aparecer a través de las endijas de la ventana, el ruido del aparato que marca el tiempo de nuestras actividades empieza a sentirse, los ojos pesan y el cuerpo no quiere reaccionar, una vez más hay que madrugar.
La mayoría de los alumnos que cursan de mañana coinciden en el malestar que les provoca tener que levantarse cuando el sol recién está apareciendo.
El clima es una de las variantes que hacen que se vuelva cada vez más difícil tener que despertar y comenzar con las actividades diarias. Las mañanas grises, esas en donde el sol apenas se alcanza a ver y el cielo no quiere mostrar su color celeste, parece ser el enemigo principal. Allí es cuando las sábanas y frazadas se convierten en el escudo perfecto contra el día que no quiere mejorar.
Durante el invierno donde la luz del sol demora en querer brillar, y el reloj informa que ya es hora de abrir los ojos, tener que ver la oscuridad a través de la ventana y las luces eléctricas de los vecinos, que parecen luciérnagas, crea una necesidad casi sobrenatural de quedarse aferrado a los barrotes de la cama. La mente no quiere reccionar y solo busca excusas, a veces hasta impensadas como sentirse mal, cuando en realidad la noche anterior pensábamos en todo lo que teníamos que hacer y queríamos que ya fuera la mañana para llevarlas a cabo, pero la noche parece borrarnos la memoria.
El desvelo es otra de las causas que provocan que levantarse temprano parezca ser un castigo. Muchos de los alumnos sufren de insomnio, las noches (ayudas memoria del pasado, analistas del presente y precursoras de innumerables proyectos) parecen ser eternas cuando nuestros ojos no quieren cerrarse. Nuestra cama se vuelve cómplice de nuestros movimientos, a veces hasta piruetas, que hacemos para poder conciliar el sueño. Lo que provoca el abandono total de nuestras sábanas, cansadas de los tirones, que se desprenden de todos los bordes de la cama.
El reloj a veces también nos juega una mala pasada, muchos ponen sus despertadores varias horas antes para poder apagarlo y seguir durmiendo, como si de esta manera pudieran, de forma mágica, alargar las horas.
Pero a veces esto nos juega en contra, a quién alguna vez no le pasó de apagar el reloj, cerrar los ojos y abrirlos nuevamente para darnos cuenta que ya había pasado más de media hora de la última vez que vimos el despertador.
Ese rectángulo, cubierto de sábanas y frazadas, esa almohada, cómplices de nuestros sueños, se convierten en la solución a nuestro cansancio, en los culpables de las faltas a nuestras cursadas, en los causantes de las llegadas tardes. Es una relación de amor y odio que generalmente nos vence, cuando decimos: un ratito más...

¿Qué conmemoramos el 12 de octubre?



Por Mariano Biavaschi, Agustín Miglierina y Victoria Urdampilleta

Cada 12 de octubre los estudiantes tenemos nuestro último feriado de la cursada, pero ¿qué valor le damos a este día? ¿Tenemos conciencia de lo que realmente pasó?
El 12 de octubre de 1492 el marinero Rodrigo de Triana divisó tierra. Este acontecimiento cambió la concepción que se tenía del planeta y provocó la unión de dos mundos.
La mayoría de los jóvenes consideran este feriado como uno más, el cual lo aprovechan para descansar, divertirse o simplemente salir de la rutina. Esto posiblemente sea consecuencia de la educación recibida de chicos, que nos enseñó una versión parcialmente distorsionada de los hechos que realmente sucedieron.
Para los indígenas la historia fue muy diferente. Civilizaciones avanzadas, como la maya, la azteca y la inca, fueron perseguidas y hostigadas hasta provocar su desaparición.
Para muchos historiadores y referentes de las distintas comunidades indígenas, este hecho fue un genocidio, comparable incluso con el ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, que significó además el avasallamiento de una cultura milenaria. Por este motivo, el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) quiere transformar este día en una jornada de valorización de las identidades étnicas, culturales y de reflexión histórica, renombrándolo “Día de la Diversidad Cultural Americana”. Con esta reforma, a la que sólo le falta la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se espera dar un cambio radical en la concepción del 12 de octubre, un cambio que sólo el tiempo podrá demostrar.

Salud para los estudiantes: un problema sin respuestas

Por Julieta Pomphile, Maia Piquard y Sebastián Incaurgarat

Es difícil pensar que en una ciudad declarada universitaria, como es el caso de Mar del Plata, no se contemple un aspecto tan importante como es la salud de los estudiantes. La problemática de ese ámbito, es asumida tanto desde lo administrativo como entre los alumnos.
En la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) sólo se realiza un único examen médico a los iniciantes, que comprende un análisis de sangre y orina y una placa de tórax para descartar una posible tuberculosis. Pero lejos están estos mínimos estudios de una asistencia completa y constante.
Respecto a este tema el alumno Julián Ucci afirma: “La situación es peor de lo que parece porque no hay un acompañamiento por parte de las Instituciones en ningún aspecto, pero principalmente en salud. Lo más grave es que muchas veces esta situación lleva que los estudiantes tengan decisiones extremas, como la deserción”.

Por otro lado, desde el Servicio de Salud de la UNMdP, si bien reconocen las falencias, proyectan una solución. En este marco, la Dra. Laura Tairol, asegura: "No hacemos una atención indiscriminada porque no contamos ni con los medios económicos ni con el personal”. Y anuncia: “Vamos a abordar un proyecto que va a durar un año, el cual va a consistir en atención primaria de la salud, más que nada lo que es prevención y promoción, es decir, que los chicos que tengan algún inconveniente podrán ser atendidos. La idea es hacer una prueba piloto durante un año para poder ver bien las estadísticas de qué es lo que nos han consultado y cuáles son los profesionales y las cosas que necesitamos”.
En esta problemática, también se debe tener en cuenta que “el seguro de vida es muy limitado, sólo cubre las cursadas y no las prácticas. Desde hace ya dos años hay una licitación para que los estudiantes tengan una obra social, tal como la tienen los docentes y no docentes que trabajan en la UNMDP, pero se declaró desierta porque los que se presentaron no cumplían con los requisitos, y a cambio recibimos como respuesta, la posibilidad de recibir una atención mínima en el Centro de Salud ubicado en Alvarado y Funes (en inmediaciones del Complejo Universitario), un centro con sólo dos médicos que no dan abasto”, aseguró una alumna.
Además, los estudiantes remarcan que, por lo general, los certificados que se dan en los Centros de Salud Municipales no son reconocidos por las autoridades para que, por ejemplo, reprogramen la fecha de un parcial.
Un aspecto que une tanto a directivos como al parque estudiantil es el psiquiátrico. Es aquí donde entra en escena Dario Giardelli, secretario académico de la Facultad de Psicología, según él: “La cobertura médica es lo primordial que debe darse al estudiante”. Por eso desde su espacio, Giardelli junto a un equipo especializado, brindan a todo el complejo de la UNMDP un servicio psiquiátrico para ayudar a los estudiantes a afrontar los cambios que implica estudiar una carrera, para así evitar que lleguen a padecer ataques de pánico, miedos y presiones.
Pero la realidad es que esto es sólo una parte y no la solución completa al problema, y que quedan muchos puntos por resolver. “Sólo existe un servicio centralizado de la salud, ni siquiera hay un coseguro y esto es muy serio”, asegura Giardelli y concluye: “Esta situación se podría revertir, pero con cinco años mínimos de trabajo de las universidades públicas y privadas en conjunto con Instituciones y con una articulación con el sector Industrial y Comercial, que son dos actores fuertes en la sociedad que no se los puede dejar de lado”.

¡Llamen a Los Cazafantasmas!

Por Belén Colombo y Walter Varela

Palabras van, palabras vienen. Historias que recorren cientos de pasillos, y verdades que nunca fueron confirmadas. Ningún hecho real puede contrastarse con lo dicho, y aunque algunos rían y otros vivan del misterio, ¨ creer o reventar ¨ se convierte en el método más fiable.
La Facultad de Derecho alberga hoy a cientos de personas, pero cuántos saben de aquel hecho que hace más de 8 años inquietó a estudiantes y profesores. Un fantasma en el ascensor: ¿leyenda urbana o realidad?


Los hechos

Transcurría el año 2000 cuando finalizó la construcción del edificio donde actualmente está la Facultad de Derecho, en 25 de mayo casi Hipólito Yrigoyen. En los últimos días de la obra, sucedió un hecho inesperado: mientras trabajaba en uno de los huecos de los ascensores, uno de los obreros halló trágicamente la muerte al caer al vacío, luego de desprenderse el montacargas donde se encontraba.
Según el Presidente del Centro de Estudiantes, Sebastián Méndez, ¨ a partir de ese momento se generó un mito alrededor de la muerte del albañil, ya que ése hueco permaneció tapado durante varios años por cuestiones económicas, y esto acrecentó notoriamente la leyenda: el comentario de pasillo afirmaba que la inhabilitación del ascensor se debía a la muerte del obrero ¨ .
Sin embargo, los alumnos de aquella época afirmaron que una vez colocado el ascensor, se percibieron situaciones extrañas. ¿Cómo podía el ascensor subir y bajar sin que nadie lo llamara? ¿De dónde provenían aquellos ruidos nocturnos, cuándo ya nadie permanecía en el edificio? Estos rumores alimentaron la intriga acerca de la posible existencia de fantasmas o, mejor dicho, espíritus.
Fabiana, Mai de la religión umbanda, quien hace 15 años trabaja con “espíritus y entidades del más allá”, aclaró que “en realidad son los espíritus los que realmente existen y no los fantasmas: cuando una persona fallece en un accidente o se va enojada porque no está pronta a irse de la tierra, queda deambulando, por eso se le dice alma en pena”. Además sugirió para el caso de la facultad “llevar una persona que saque ese espíritu, lo absorba, y lo lleve al cementerio”.

-¿Qué puede pasar si esto no se hace?

-Si queda ahí no se sabe bien, puede ser que no pase nada, pero si realmente está manifestando algo malo se va a cobrar la vida de una persona… o varias.

Un alma en pena no es sólo aquella que falleció trágicamente, Fabiana afirmó que por más que se mueran de una enfermedad, cuando ellas quieren mucho a la persona, como por ejemplo un padre o una madre, vuelven.

Cómo se manifiestan los espíritus

La personalidad de cada uno, sus creencias y experiencias de vida implican el grado de credibilidad respecto a las leyendas urbanas. Muchas veces se torna difícil asumir la presencia de entidades, ruidos extraños, o simplemente la sensación de que ¨ no estamos solos ¨.
Según la Mai Umbanda, hay diferentes maneras de percibir la presencia de un espíritu. Sentirse observados, oír una respiración, pasos, llantos y risas no sólo es cuestión de películas, sino que son las formas más recurrentes de los espíritus para mostrarse. ¨ Siempre se manifiestan de noche, de día es muy raro. La nocturnidad es símbolo de que se manifiesta mal, es decir, que el ente vino a buscar algo ¨.


La existencia de un alma en pena en la facultad puede ser una verdad o, simplemente, una leyenda urbana. Una historia creíble e increíble a la vez, creada a partir de un hecho real y transformada por los narradores de una persona a otra. Más allá de los escépticos, es esa parte real y comprobable lo que le da cierto grado de credibilidad al resto de la leyenda y la diferencia de un mito, en el que nada se puede comprobar. En este caso encontramos todos los ingredientes: un hecho real, una historia comprobable, detalles esotéricos y potenciales testigos de los cuales no se sabe si están dotados de mayor porcentaje de verdad o de sugestión. Son cosas que pasan en la universidad…aunque usted no lo crea.