Por Gimena Lepere
Basta
con sentarse en una mesa familiar un domingo al mediodía, o salir a la calle un
día de lluvia para enfrentarse con infinidad de supersticiones que, si bien
tienen fundamento o explicación, son creídas y respetadas por mucho sin conocer los porqués de las mismas.
Hay un
porcentaje importante de familias que creen en las hechicerías más comunes. Claros
son los ejemplos y testimonios de la
familia Roldán, Fernández y Méndez. La pareja conformada por Juan cruz y
Florencia, y los abuelos José Antonio y
Elisa, fueron tomados para intentar explicar aquellas creencias que se
presentan en la vida cotidiana y que poseen el nombre de supersticiones.
De
esta manera explicó Matías Roldán una de las anécdotas familiares que suelen
ser comunes en su casa.
ESCENA
1. INTERIOR. COMEDOR DE LA FAMILIA ROLDÁN.DÍA
La
masa está servida, la madre siempre es la última en sentarse porque viene con
la fuente de tallarines hirviendo. Todos felices comienzan a comer. No falta
nadie, la madre, el padre, la nena, el
adolescente, con su nueva noviecita y la abuela. En el televisor está el
infaltable partido del domingo junto al fanatismo del jefe de familia.
- Goooolllll!!!! - . Y del salto que pega el padre, se derrama la copa de vino tinto.
Ese es
el momento exacto en que la madre se desespera por que no se le manche el
mantel y ensucia todas las servilletas para limpiar.
La
abuela, con mucho ánimo se moja los dedos en el vino derramado y exclama:
-
ALEGRÍA, Alegría!!! -. Y moja con vino en la frente a cada uno de los
que están sentados en la mesa.
Si se derrama
vino en la mesa, automáticamente se debe aplicar en la frente de cada uno de
los comensales y decir ALEGRÍA. Según esta creencia o superstición, el vino
simboliza la sangre de Cristo, y cumplir con esta costumbre es igual a atraer
la felicidad eterna.
- -
¡Le falta sal! - exclamó la madre.
Antonella,
novia de Matías, por intentar caerle bien a su suegra no hace más que
alcanzarle el salero, pero la madre, la mira fijo.
- -
La sal de mano en mano es mala suerte, hay que apoyarla en la mesa-.
De los nervios, no solo la apoya en la mesa,
sino que sin querer se le cae el salero y se derrama.
La
abuela, trata de tranquilizar la situación.
-
- Nena no te preocupes, agarrá un poquito de la sal que se derramó y
tirátela en el hombro izquierdo.-
La
adolescente obedece sin entender, pide disculpas, mientras su hermosa camisa
celeste luce nevada.
El origen de la
costumbre data del año 3.500 a.C. Ya entonces se
creía que la sal era incorruptible, razón por la cual se convirtió en símbolo
de amistad. De ahí la creencia de que si se tira, la amistad se romperá. Para
contrarrestar ese supuesto efecto maldito, se debe echar una pizca de la sal
derramada sobre el hombro izquierdo. Pero a su vez, algunos mantienen que es de
mal agüero derramar de forma involuntaria la sal o que se caiga un salero: el
responsable de ese fatal descuido verterá tantas lágrimas como granos de sal se
hayan desperdiciado. Sostienen algunos que esta creencia procede de la Última
Cena, en la que Cristo derramo la sal.
ESCENA
2. EXTERIOR. PEATONAL SAN MARTÍN. DÍA.
Juan
Crúz y Florencia están a un mes de casarse. Caminan por la peatonal, entran a
un local de ropa donde Florencia mira los sacos de invierno. Afuera, el cielo gris.
Comienza a llover.
Florencia
saca su paraguas de la cartera y se lo entrega a su novio, pero éste, sin
advertirlo, lo abre dentro del local de ropa.
Abrir el paraguas
bajo techo se califica de mala suerte. La primera noticia que se tiene de esta
creencia data del siglo XVIII en inglaterra, donde creían que daba mala suerte
por la negatividad que existía entre el paraguas y la casa, ya que ésta protege
a sus habitantes y no tolera ninguna protección adicional. Si alguien lo abría
sobre su cabeza, supuestamente esa persona moría antes de que acabase el año.
No obstante,
mientras siguen caminando por la peatonal y discutiendo acerca de dicha
superstición, Florencia se detiene asombrada. Es que sin darse cuenta, pasó por
debajo de una escalera.
Pasar por debajo
de una escalera no sólo se califica de mala suerte sino que es señal de que no
vas a casarte. Es por el triángulo que forma ésta con la pared. Antiguamente se
pensaba que todos los triángulos eran un símbolo sagrado, tanto las pirámides
como la trilogía de la
Santísima Trinidad y, por lo tanto, era un sacrilegio pasar
bajo ese arco.
Se cree que, una
vez que se había pasado, el mal se conjuraba cruzando los dedos, escupiendo una
vez bajo la escalera o tres veces después de cruzarla. También se relaciona
esta superstición con el patíbulo: siempre había que usar una escalera de mano
para colocar la soga y también para retirar el cadáver: la muerte y la escalera
iban siempre muy unidas. Otra creencia proviene de los cuadros de la
crucifixión, en los cuales figuraba una escalera bajo la cual Lucifer veía con
furia cómo Jesús moría para salvar a la humanidad. De ahí la costumbre de
santiguarse para preservarse de las furias del Diablo o ahuyentar el peligro.
ESCENA 3.
INTERIOR. LIVING COMEDOR. DÍA
Elisa y José
Antonio Méndez son un matrimonio de 40 años de casados. Cuentan que la rutina
los acompaña con total felicidad. Todas las tardes la mesa del living luce
decorada con los bizcochitos preferidos de José, el te con leche, tostadas,
queso crema y mermelada de higos.
El televisor la
mayor parte del día está en canales de noticias.
Voz en off – tv:
-
- Una pareja de ancianos de 78 años de edad fueron brutalmente golpeados
por tres delincuentes al ingresar a la vivienda para robarles objetos de valor.
(...) –
-
-Por suerte a nosotros nunca nos pasó una cosa así-
-
-Hay Antonio, tocá madera sin patas- .
Tocar madera
tiene su origen en la madera de la Santa Cruz y en la veneración de que ha sido
objeto las reliquias de trozos de madera de ella. Hace 4.000 años los indios veneraban al roble
como la morada de los dioses. Este material simboliza también la protección
maternal y aleja el peligro.
De esta última versión viene la
exigencia de que cuando se toca madera ésta no debe tener "patas", es
decir, que no valen ni mesas, ni sillas.
Se dice que cuando se menciona algo que se desea que suceda hay que
tocar madera para qe efectivamente el deseo se realice y no ocurra nada que lo
impida.
Muchas
son las creencias que de tanto repetirse pasan a ser supersticiones pero el
porqué de cada una de ellas sigue alejándose con el tiempo.
Aunque en Egipto
se creía que el gato era la reencarnación de los dioses, siglos después, la Iglesia Católica
lo consideró como la reencarnación del diablo, por lo que eran quemados. El
negro se identificaba con el diablo por ser el color de la noche. En casi toda
Europa y en Norteamérica se cree que un gato negro trae mala suerte si se aleja
de ti, pero buena suerte si camina hacia ti.
Las
supersticiones están presentes en muchas familias y a lo largo de los años
parece que son hereditarias.
El trébol es un
símbolo sagrado para los druidas de las Islas Británicas, que ya en el año 200 antes de Cristo pensaban que con él
se podía ver a los demonios.
Según la leyenda,
cuando Eva fue expulsada del Paraíso se llevo un trébol de cuatro hojas; por
eso, desde entonces, se cree que da suerte.
Y por si todo
esto fuera poco, a todos los recién casados, los que planean con hacerlo y los
que no llegan con el dinero y lo invierten en la “Luna de miel”, sepan que también
tiene su explicación.
El viaje post nupcial
proviene de la huida que en tiempos de Atila, rey de los hunos, seguía al rapto
y matrimonio de la hija, y se llama así por la costumbre de que los novios
bebieran un brebaje durante el viaje que contenía vino y miel.
1 comentarios:
muy interesantes tus comentarios sobre supersticiones!!!!
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