La piratería de películas es una tendencia que crece. Como consecuencia, las pérdidas de la industria cinematográfica llegan a 685 millones de pesos anuales. Dan su visión Maia Fernández, empleada de los Cines del Paseo, y Ricardo Aiello, profesor de Artes Visuales de la Escuela M. Malharro y del Instituto Bristol.
Por Agustín Tauler
A pesar de que los cines siguen existiendo, hoy en día la gente prefiere ver películas en sus propias casas, comprando o alquilando DVDs, muchas veces adquiridos de forma ilegal, mediante la piratería, violando de esta forma la ley 11.723, que protege la propiedad intelectual. En general, los precios de las películas pirateadas tienen un valor de entre 5 y 10 pesos, y varía si es estampada, en caja o con alguna otra particularidad para atraer al comprador. Esto trae aparejado un beneficio para los cinéfilos, ya que los precios son más baratos, pero perjudica a la industria cinematográfica en su conjunto, desde el que tuvo la idea, pasando por productores, directores y actores, además de las salas.
Es que casi el 70% de las películas que se compran en la Argentina son ilegales (en Estados
Unidos es de un 30%), según una investigación realizada por Motion Picture Association
(MPA), organismo que representa a los principales estudios cinematográficos norteamericanos, sin contar las que se descargan por Internet, una práctica muy difundida en todo el mundo. De esta manera, el mercado del video hogareño argentino representa 1.015 millones de pesos anuales, y sólo el 32% corresponde al legal. Así, la cifra estimada de pérdidas causadas por la piratería de películas es de 685 millones de pesos por año.
Maia Fernández, empleada de los Cines del Paseo, cuenta: “Una entrada general al cine, sale 22 pesos (30 si es 3D), o sea que si van dos personas al cine, amigos o pareja, gastan 44 pesos de entradas solamente, y pasaríamos a hablar de 60 si le agregamos un pochocho tamaño estándar y una bebida (adquiridas en los snacks del complejo)”, y compara: “Con ese dinero nos compramos 12 películas para ver en casa“.
Fernández cuenta además que con la incorporación de la sala 3D en Mar del Plata, la mayoría de las películas infantiles o familiares se proyectan con ese formato. “Las entradas, de 30 pesos cada una, pasan a ser no sólo para dos personas sino para una familia, que generalmente ronda en los cuatro integrantes, lo que se traduce en 120 pesos sólo en entradas”, evalúa. Y argumenta: “Esta situación se reflejó claramente en el fin de semana largo del Bicentenario, cuando en la ciudad se proyectaba ‘Garfield 3D’, película que duró únicamente una semana en cartelera. Los motivos por los cuales no funcionó están claros”.
“De todas formas, nada se compara con ir al cine a ver una buena película, aunque ahora con los home theater, los plasmas y demás, estamos cada vez más cerca de no querer salir de casa con sólo ese fin”, dice. Y concluye: “Queda en evidencia que el público que más se está perdiendo como cliente de cine, son los jóvenes, que hoy con un programa y una computadora, te consiguen la última versión de su saga favorita”.
Por su parte, Ricardo Aiello, Profesor de Medios Audiovisuales en la Escuela de Arte Martín A.
Malharro, y en el Instituto Bristol, demuestra una postura flexible respecto a la piratería, al opinar que “es censurable, pero en un punto permite el acceso a bienes culturales a precio más razonable que el material original”.
Aunque se puede pensar que las películas pirateadas son adquiridas por personas de bajos recursos, el informe elaborado por MPA señala que el 58% de ellas son de nivel socioeconómico ABC1, y que esta tendencia va en aumento.
¿Qué es la piratería?
Es un término utilizado para referirse a la copia ilegal de obras literarias, musicales, audiovisuales o de software, infringiendo los derechos de autor. También hace referencia a la compra/venta de las obras, por eso quien lo hace es considerado "pirata".
Por Agustín Tauler
A pesar de que los cines siguen existiendo, hoy en día la gente prefiere ver películas en sus propias casas, comprando o alquilando DVDs, muchas veces adquiridos de forma ilegal, mediante la piratería, violando de esta forma la ley 11.723, que protege la propiedad intelectual. En general, los precios de las películas pirateadas tienen un valor de entre 5 y 10 pesos, y varía si es estampada, en caja o con alguna otra particularidad para atraer al comprador. Esto trae aparejado un beneficio para los cinéfilos, ya que los precios son más baratos, pero perjudica a la industria cinematográfica en su conjunto, desde el que tuvo la idea, pasando por productores, directores y actores, además de las salas.
Es que casi el 70% de las películas que se compran en la Argentina son ilegales (en Estados
Unidos es de un 30%), según una investigación realizada por Motion Picture Association
(MPA), organismo que representa a los principales estudios cinematográficos norteamericanos, sin contar las que se descargan por Internet, una práctica muy difundida en todo el mundo. De esta manera, el mercado del video hogareño argentino representa 1.015 millones de pesos anuales, y sólo el 32% corresponde al legal. Así, la cifra estimada de pérdidas causadas por la piratería de películas es de 685 millones de pesos por año.
Maia Fernández, empleada de los Cines del Paseo, cuenta: “Una entrada general al cine, sale 22 pesos (30 si es 3D), o sea que si van dos personas al cine, amigos o pareja, gastan 44 pesos de entradas solamente, y pasaríamos a hablar de 60 si le agregamos un pochocho tamaño estándar y una bebida (adquiridas en los snacks del complejo)”, y compara: “Con ese dinero nos compramos 12 películas para ver en casa“.
Fernández cuenta además que con la incorporación de la sala 3D en Mar del Plata, la mayoría de las películas infantiles o familiares se proyectan con ese formato. “Las entradas, de 30 pesos cada una, pasan a ser no sólo para dos personas sino para una familia, que generalmente ronda en los cuatro integrantes, lo que se traduce en 120 pesos sólo en entradas”, evalúa. Y argumenta: “Esta situación se reflejó claramente en el fin de semana largo del Bicentenario, cuando en la ciudad se proyectaba ‘Garfield 3D’, película que duró únicamente una semana en cartelera. Los motivos por los cuales no funcionó están claros”.
“De todas formas, nada se compara con ir al cine a ver una buena película, aunque ahora con los home theater, los plasmas y demás, estamos cada vez más cerca de no querer salir de casa con sólo ese fin”, dice. Y concluye: “Queda en evidencia que el público que más se está perdiendo como cliente de cine, son los jóvenes, que hoy con un programa y una computadora, te consiguen la última versión de su saga favorita”.
Por su parte, Ricardo Aiello, Profesor de Medios Audiovisuales en la Escuela de Arte Martín A.
Malharro, y en el Instituto Bristol, demuestra una postura flexible respecto a la piratería, al opinar que “es censurable, pero en un punto permite el acceso a bienes culturales a precio más razonable que el material original”.
Aunque se puede pensar que las películas pirateadas son adquiridas por personas de bajos recursos, el informe elaborado por MPA señala que el 58% de ellas son de nivel socioeconómico ABC1, y que esta tendencia va en aumento.
¿Qué es la piratería?
Es un término utilizado para referirse a la copia ilegal de obras literarias, musicales, audiovisuales o de software, infringiendo los derechos de autor. También hace referencia a la compra/venta de las obras, por eso quien lo hace es considerado "pirata".
2 comentarios:
laspeliculas piratas ,dejan sin trabajo a la gente.lagente de la uav son los menos indicaddos en hacernada.engañan a los videos que van a combatir la pirateria .son re mentirosos
Ver estrenos de película es mucho mas fácil ya que la televisión nos permite ver peliculas y series de todo tipo, como esta, que son grandes producciones que llegan a la comodidad de nuestra casa, a tares de canales como HBO, Cinemax y muchos mas
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