Y luego… morir

Por Cecile Méndez Catoi y Marianela Andrés

Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas”, Bob Dylan.

Existe mucha incertidumbre sobre el sentido de la vida, están los que creen que el hombre viene a cumplir una misión, los que creen que la vida surge luego de la muerte, los que la vinculan con la fe, los que la viven de manera absolutamente carnal, y así muchísimas hipótesis más. Lo cierto es que nadie ha podido volver de la muerte para contar de qué se trata.

Naturalmente las personas nacen, se reproducen y mueren. Pero ¿qué pasa cuando esa muerte no es natural? Y aquí se instaura un debate mayor al de las incertidumbres de la vida.

“Ya en el año 1901 Sigmund Freud en su escrito Psicopatología de la vida cotidiana presentó la teoría de que todos los pensamientos reprimidos sufrían el destino de lo inconciente por estar asociados a la Muerte y a la Sexualidad, aquellos enigmas frente a los cuales no hay respuesta, tales como, ¿Qué sucede después de la muerte? ¿Cuál es la explicación de la diferencia entre los sexos? ¿Es algo puramente anatómico? ¿Ser Hombre y ser Mujer son lo contrario?", un sinfín de preguntas para las que no hay respuesta”, explicó la psicóloga Mariana Impari, quien trabaja para el estado con el fin de combatir las redes de trata de personas. Además, atiende en consultorio privado y es docente de la Universidad de Buenos Aires.

Según la Dirección de estadísticas e información del Ministerio de Salud de La Nación, dentro del rango de personas que mueren en el país por muerte no natural, el 65 por ciento se debe a accidentes, el 21 por ciento a suicidios y en último lugar, el 14 por ciento a homicidios.

Sin embargo, cuando a modo experimental se le preguntó a un grupo de personas, que desconocían las cifras oficiales, cuál pensaba que era la principal causa, la mayoría acordó en homicidios vinculados a hechos de inseguridad.

¿Influye en este caso el rol de los medios? Este es un claro ejemplo de la manipulación de la información y la fuerza que tienen los grandes medios de comunicación para generar ciertas sensaciones en la sociedad ¿La mayoría acordó en homicidios, por el simple hecho de que es lo más visto?

Principalmente esto se ve reflejado en los noticieros. La televisión es el medio audiovisual más consumido por la sociedad argentina. Periódicamente, y reiterando la información más de una vez por día, los noticieros se encargan de divulgar la noticia que trata sobre un asalto, robo, o un crimen que tienen como desenlacefinal, la muerte de la víctima.

“Los medios son formadores de ideología y por ello son responsables de muchas cosas de las que pensamos aunque lo tengamos internalizado. Cada vez que pasan una noticia de un asesinato en el noticiero pasan música trágica, se usa la terminología de asesinato pasional, buscando con eso construir cierta mística entre el amor y las relaciones humanas. Además, los asesinatos no tienen el mismo rating que los accidentes de transito”, comentó Mariana Impari.

Ahora bien, esto no significa que no exista la violencia en el país, o que no se cometan crímenes y que mucha gente pierda su vida desafortunadamente, víctima de la inseguridad. Pero se hace necesario aclarar es que este motivo está lejos de ser la causa principal de muerte no natural en Argentina.

A su vez, es importante diferenciar que dentro de los homicidios, solo el 50 por ciento se debe a actos delictivos, mientras que el otro 50, son situaciones violentas entre conocidos entre los que se encuentran los famosos “crímenes pasionales”.

Surge un interrogante acerca de por qué se da el asesinato entre familiares y para ello Impari explica que es necesario remontarse a la historia. “Cuando Freud escribe Tótem y Tabú en donde plasma el mito de la Horda Primitiva, aquella comunidad humana, sin ley, sino sometida al capricho de un hombre, padre de todos los hijos de la horda y poseedor de todas las mujeres. Como resultado de aquella no organización, los hermanos de la Horda Primitiva se confabularon en matar al padre, pero luego de aquello que ansiaban se sumieron en una profunda angustia y debieron establecer una Ley para que no comenzaran a matarse todos unos entre otros, dando como resultado los sistemas de parentesco nombrados por Lévi-Strauss”, analizó.

Lo cierto es que tanto la tasa de suicidios como la de muertes en accidentes de tránsito supera ampliamente a la tasa de homicidios, pero la aparición en la prensa de una noticia relacionada con los dos primeros, produce una sensación de indiferencia, cuando en realidad, en teoría, es más fácil que alguien muera por estos medios que por como consecuencia de un hecho de inseguridad.

Accidentes de tránsito

Como se mencionó con anterioridad, los accidentes encaran la lista de muertes no naturales con el 65 por ciento. En su mayoría se trata de accidentes de tránsito, dejando en cola los accidentes provocados en horarios laborales, fallas en la construcción de edificios generando, en consecuencia, derrumbes.

“Si bien no puedo hablar de cifras exactas, la mayoría de las muertes violentas son por accidentes de tránsito”, confirmó el doctor Horacio Estaban que se desempeña como médico en la policía científica de la ciudad y atiende en consultorio privado. A su vez, agregó que “estas cifras se alteran en fines de semana largos, vacaciones, fiestas tales como navidad, año nuevo, etcétera”.

Cada año mueren alrededor de 5 mil individuos en la Argentina por siniestros viales y otras 40 mil terminan con algún tipo de discapacidad. Por lo que se ha convertido en un problema de salud pública grave que está obligando a los principales organismos a adoptar medidas al respecto.

En referencia a eso, la doctora Mariana Mykytow, que se desempeña en el departamento de salud pública del Hospital de San Isidro, afirmó que “dentro de los accidentes de transito la gran mayoría de casos graves seguidos de muerte son, sin ninguna duda, protagonizados por motocicletas, sobre todo en conductores que no usaban casco, y una minoría son por accidentes de auto”. Además, añadió que “en la epidemiología actual la mayoría se trata de varones jóvenes, con múltiples lesiones” y que la muerte puede ser tanto inmediata como tardía, en caso de secuelas graves.

Entre las iniciativas llevadas a cabo con intención de disminuir la frecuencia de estos accidentes se encuentra la aprobación por el Senado de la Provincia de Buenos Aires de la reforma al Código de Tránsito. La norma incluye, entre otras medidas, la tolerancia cero al consumo de bebidas alcohólicas para todos los conductores que circulen por rutas y calles de la provincia, y el uso de radares para detectar y sancionar los excesos de velocidad. Otra decisión tomada al respecto, fue la firma del Convenio Nacional y Federal de Seguridad Vial, en el que se contempla la creación del Registro Nacional de Licencias de Conductor y la adopción del sistema unificado de puntaje.

“Todos los días llegan personas a la guardia del hospital accidentadas gravemente por accidentes de tránsito, y por intento de homicidio, teniendo como trágico resultado, la muerte. Por ende, todos los días muere gente en la ciudad por alguna de estas dos causas”, sintetizó el médico Horacio Esteban.

Las muertes y lesiones producidas por accidentes de tránsito continúan siendo foco de atención, constituyendo un auténtico problema de salud pública no sólo en el ámbito nacional. La OMS se refiere a esta problemática como una pandemia que cada año acaba con la vida de más de un millón de personas y afirma que de no tomarse medidas para frenar su crecimiento exponencial, se proyecta como la tercera causa de mortalidad mundial para el 2020.

Suicidios y falta de contención

Finalmente, ocupando el 21 por ciento se encuentran las muertes por suicidio. Y surge una curiosidad en este número, ya que en su mayoría se trata de jóvenes entre 17 y 24 años. Lo que significa que hay una falta de contención importante para este sector de la sociedad.

La médica Mariana Mykytow sostuvo: “En el caso de los intentos de suicidio, los que llegan a ser seguidos de muerte inmediata son los que se tiran abajo del tren y los que se disparan en la cabeza que, además, se ve una mayor incidencia en los varones. El resto menos frecuentemente alcanza la muerte”.

Definitivamente, la adolescencia es una de las etapas más difíciles. Surge la libertad, en el momento en que se comienzan a tomar las primeras decisiones, nace el sentimiento de grandeza, dejar de lado al niño para convertirse en un adulto. En esos años se da un período de muchos cambios, de inseguridades y, fundamentalmente, de decisiones personales de gran importancia para el futuro de cada uno. La falta de contención por parte del grupo familiar, principal ámbito de desarrollo de una persona, aparece como uno de los primordiales determinantes de esta decisión.

Nadie es dueño de las decisiones del otro, por eso no es correcto discutir sobre responsabilidades, pero sí se puede hablar de apoyo. Y más en una etapa, donde se deduce que la familia es la principal fuente de influencia sobre las actitudes de un individuo.

“La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla”, aseguró en algún momento el filósofo y escritor español Jorge Santayana. Y esta ha sido frase cabecera de miles de jóvenes que han decidido ir por la vida rompiendo límites y atravesando barreras. En la búsqueda de la libertad, aparecen un montón de cosas tentadoras y nocivas.

Es precisamente en esta etapa donde se dan los mayores casos de ingreso en el famoso mundo de las adicciones. Un ámbito donde en muchos casos es muy fácil entrar, para algunos, y, para otros, después es más difícil todavía, salir. Es ahí en donde es necesaria una contención, para que la etapa de rebeldía e independencia no se transforme en algo peor.

Las muertes de forma violenta crecen constantemente en el país. Que el 65 por ciento de los individuos terminen su vida por accidentes de tránsito no es un dato menor. Por lo que es importante generar cambios en la sociedad e instaurar una toma de conciencia mayor para que sea el propio cuerpo el que decida en la mayoría de los casos la terminación de la vida y no, la negligencia, imprudencia, descuido o bien, la propia acción de un tercero ¿Es posible esto o pensarlo es claramente una utopía?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena nota. Se ven muy pocas notas de este estilo.
Saludos.
Andrés

silvia dijo...

hasta que no haya pena de muerte lascosas seguirán igual-

maluhoare dijo...

Hasta que no decidamos quienes tienen el derecho a vivir en paz, si los "privilegiados" que trabajan y respetan las normas de convivencia, o estas lacras irrecuperables que tienen la impunidad de robar y matar, seguirán pasando estas situaciones dolorosas y estadísticas sin soluciones efectivas.

Anónimo dijo...

Silvia: Que pena que consideres que la solución a las cosas está en seguir fomentando la violencia. Deberías reeler la nota, tu mensaje no es acorde a lo que se está exponiendo!