Noches de insomnio



    
Por Francisco Volpe
El insomnio es uno de los trastornos de sueño más comunes y, aunque la mayoría de las veces suele concebírselo como la dificultad para conciliar el sueño, puede tomar varias formas:
- insomnio inicial: problema para dormirse al acostarse,
- insomnio intermedio: despertarse frecuentemente durante la madrugada,
- insomnio terminal: despertarse muy temprano en la mañana.
   “Lo primero que hago cuando un paciente presenta insomnio es ayudarlo a determinar las causas por las cuales tiene esta dificultad”, asegura la licenciada en Psicología, Silvia Ocantos. Y agrega: “Al no poder medicar, ayudo desde mi lugar e intento establecer los motivos. Por lo general, son problemas de la vida cotidiana vinculados a las ocupaciones diarias como el trabajo o el estudio”.
   Sin embargo, la psicóloga considera que “hay circunstancias ocasionales que también pueden provocar insomnio como la muerte de un ser querido, un viaje próximo a concretarse, o situaciones que tengan al protagonista en un estado de ansiedad o nerviosismo”.
   ¿Hay adolescentes  que padecen de insomnio?
   A pesar de que no hay un período de edad más proclive que otro y que hoy en día este trastorno afecta a jóvenes y adultos en igual proporción, es cierto que por una cuestión de traspaso generacional, el insomnio ha avanzado entre los adolescentes.
   Un motivo muy simple de esta tendencia bien podrían ser las reiteradas salidas nocturnas que desprograman los horarios de los jóvenes.
   ¿Qué consecuencias trae para una persona el insomnio?
   “Una persona que no duerme bien o que no descansa como debiera queda condicionada para el resto del día y no rinde en el trabajo o en el estudio como tendría que hacerlo.
   Además, hay otras secuelas muy evidentes como desgano, malhumor o mala predisposición.
   ¿Qué otras cosas pueden producirlo?
- Alcohol: contrario a lo que muchos piensan, en realidad no ayuda a dormir sino todo lo contrario.
- Pesadillas: los “malos sueños” reiterados pueden perturbar el sueño.
- Depresión o ataques de pánico.
- Algunos medicamentes.
- Abuso de sustancias como drogas, cafeína o cigarrillos.
- Ruidos externos como ronquidos, insectos, coches o sonidos domésticos.
   Consejos, recomendaciones y soluciones caseras para combatirlo:
- Tomar un baño caliente antes de acostarse.
- Escuchar música relajante.
- Yoga, masajes o técnicas de relajación que permitan encontrar un ritmo de respiración.
- Cenar comida ligera.
- Utilizar la cama sólo para dormir.
- Mantener un horario fijo, constante y regular de sueño.
- Ejercicio o actividad física durante el día.
- Levantarse temprano por la mañana.
- Contar o visualizar objetos.
- Beber infusiones tibias relajantes antes de acostarse.

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