Por Tomás Menéndez y Nicolás Carangelo
Las recurrentes visitas de ballenas franca
australes a las costas de Mar del Plata han provocado en turistas y locales inusitadas
ganas de mirar hacia el horizonte por extensos períodos de tiempo, con la
esperanza de encontrar señales de algún ejemplar. Es sabido que la ciudad se
encuentra en la ruta de los mamíferos, que tiene como destino final Puerto
Madryn, y siempre realizan una escala en las inmediaciones del mar que baña la
playa marplatense

A
continuación, les presentamos una guía para no perder la punta de la nariz
petrificada a causa del salitre del Atlántico, en el intento por encontrarlas:
1. Coloque en una pava aproximadamente un litro, un litro y medio de
agua potable, y caliente a fuego moderado. Antes de romper el hervor, retire
del fuego y vierta el agua en un termo con la mayor capacidad posible. De esta
manera combatirá el frío que azota el invierno
2. Es necesario separar una cantidad considerable de yerba mate, sin mezclar con azúcar y
con palo. En caso de ingerir café, lo ideal es llevarlo ya preparado en el
termo, listo para servir.
3. Seleccionar de la casa de sus progenitores un almohadoncito suficientemente capas de soportar un peso similar a la
masa corporal que posea. También los hay con flores y dibujos muy bonitos
en la tienda. Pueden servir. En caso de no poseer, recurrir a las típicas reposeras
de verano. Hay que revisar con cuidado el óxido de las patas de metal de ellas,
porque puede jugarle una mala pasada si se cae de espalda al verde césped, o
peor aún, al cemento duro, que puede ocasionarle lesiones y pérdida de gran
parte de su orgullo.
4. Sospeche, intuya, consulte por recientes apariciones de mamíferos
similares en los últimos días. Esta guía se desarrolló en base a avistamientos
exclusivamente de la variedad Eubalaena Australis. Puede suceder que acudan a estas
costas ejemplares de Eubalaena japonica o de
Eubalaena glacialis, aunque no
garantizamos el correcto funcionamiento de estas recomendaciones para esas
especies, pero es posible que a usted le dé lo mismo.
5. Para un
óptimo encuentro con los seres oceánicos es imprescindible no distraerse
con cuerpos ajenos al foco de atención: resistir de observar especies de
gaviotas, patos, focas, grandes embarcaciones o ejemplares del género femenino
de la especie humana, tomando sol en la arena, con sus cuerpos esbeltos como
una gacela.
6. El uso de instrumentos ópticos también pueden facilitar el avisaje
de ballenas. Puede practicar frente al espejo simulando con sus manos, aunque, por
prudencia, guarde intimidad al hacerlo. La
próxima explicaremos cómo llevar los binoculares con estilo y utilizarlos sin
parecer un pervertido costero, o un
turista típico de la primer quincena de marzo que llegó a Mar del Plata por
primera vez en su vida, con color blanco-rosadito .
7. Pasadas las treinta y seis horas seguidas frente al mar sin siquiera
poder ver un solo zapato flotando en el agua, recuerde que primero está la
dignidad, por lo que es recomendable volver
al hogar con una docena de facturas y ‘googlear’ imágenes en la computadora.
Para este último punto es vital volver con sonrisa triunfal, porque quedar
expuesto a cargadas puede resultar lo peor de la aventura frustrada.
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