Por Valeria Barberis, Yanina Deluca y Sofía Lorenzana.
Fernando Bonnet y su esposa Juana Fabbre dejaron Francia en
1853 y se instalaron en la ciudad de Buenos Aires. Cuatro años después
decidieron mudarse a Mar del Plata. Bonnet compró un terreno y construyó allí
su casa de adobe, a la que llamó “Gran Hotel Globo”: este fue el punto de
partida de la industria hotelera de la ciudad. Años después ese hotel pasó a
llamarse “EL Piccolo Torino” y finalmente,
desde el 3 de enero de 1903 llevó el nombre de Hotel Royal. Impulsado
por José Rubertis y su hermano, el Royal contaba con 28 habitaciones, pero 21 años
después se amplió a un total de 212, pudiendo hospedar a 450 personas.
En los primeros años de la década del sesenta el Banco
Nación remodelo sus oficinas. Mientras se construían las plantas superiores,
las operatorias bancarias se realizaron en el Hotel Royal. Esto duró hasta el
26 de marzo de 1965, día en el que se inauguraron las nuevas oficinas del Banco
Nación.
En 1966 el Royal Hotel fue adquirido por la Unión Obrera
Metalúrgica (UOM). El Secretario General, Augusto Timoteo Vandor concretó la
operación, pero la habilitación oficial recién llegó once años después.
Si bien hasta el 2006 funcionó ahí el Teatro Alberdi junto
con una pileta de natación, gran parte del complejo se encuentra en estado de abandono desde 1970. Precisamente
en ese año, se anunció la construcción de un hotel de 5 estrellas, el cual
quedó inconcluso y trajo inconvenientes a los vecinos: basura y presencia de
roedores en la zona.
Este año comenzó la revalorización del predio. En enero fue
vendido a un grupo empresarial que anunció la construcción de dos edificios,
comercios y una playa de estacionamiento.
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