Vida sin obstáculos

Por Mariana Vasile y Flavia Di Paola

“Todos los días, levantarte, transitar, tropezar, transitar, correr, caerte, levantarte, chocar, correr, levantarte, seguir… Todos los días, levantarte, ruidos, voces, silencios, letras, símbolos, puntos, texturas, signos, oscuridad, levantarte, seguir. Todos los días diferentes…pero iguales, todos los días experiencias desiguales que conviven en nuestras calles, nuestros barrios, en nuestra comunidad, en nuestro propio hogar. ¿Qué es aquello que nos distancia tanto? ¿Qué será aquello que nos hacer ver y reproducir moldes, donde sólo encajamos nosotros? ¿Qué será lo que nos hace diferentes? ¿Qué nos iguala?”
Las infraestructuras nunca son suficientes para las personas que sufren de imposibilidad en la plena movilidad de un ser humano, siempre se observan deficiencias que causan incomodidades a quienes tienen derecho a acceder a los mismos servicios que los demás.
En el caso de la discapacidad, los conflictos por la accesibilidad son los más palpables dentro de la discriminación existente en la mayoría de las sociedades. De cualquier forma, esto no sólo ocurre con discapacitados, sino también con aquellos que sufren algún tipo de dificultad para movilizarse, ya sea por algún accidente, por avanzada edad, por embarazo, etcétera.
Desde la Municipalidad, en los últimos años se han impulsado varios proyectos en búsqueda de favorecer a toda la ciudadanía marplatense, ya que desde los órganos encargados de este tema, creen que por ejemplo el Plan de Accesibilidad Universal no sólo se orienta para los discapacitados, sino para la concientización de todos los habitantes. En el caso del Plan de Accesibilidad Municipal aplicado desde el 2009 en particular, no sólo se refiere a lo físico, sino también al ámbito comunicacional, laboral y educacional.


A partir de su implementación, Mar del Plata se convirtió en la primera ciudad del país que incluye una ordenanza que contempla este tipo de política de Estado. Es un plan que busca generar acciones estratégicas que tengan una visión global en la accesibilidad del ciudadano marplatense, en conjunto con la colaboración del , Cristian Azcona; del Consejo de la Discapacidad; de la Comisión de Barreras Arquitectónicas y de distintas universidades.
Dada la complejidad que representa la accesibilidad para los discapacitados en nuestro país, el cual según muchos profesionales especializados no está preparado para albergarlos, a continuación se intentarán ejemplificar las dificultades que atraviesan las personas que padecen de discapacidades, en tres etapas del crecimiento como ser humano.

Primeros pasos

Durante la niñez, el ser humano absorbe todas las características actitudinales y sociológicas dentro de la familia, lo cual se denomina socialización primaria. En esta etapa de la vida, el niño comienza a forjar su personalidad y sus formas de pensamiento, los cuales años más tarde determinarán la manera de afrontar la vida.
Es así que en lo que se refiere a discriminación, pocas son las herramientas de las cuales los chicos se valen para comprender y relacionarse con otros niños o adultos que padezcan algún tipo de discapacidad, ya sea motriz o mental.
Se suele decir que los niños siempre dicen la verdad, pero a veces esa visión puede resultar hiriente. Un ejemplo claro aparece durante la etapa escolar, en la cual apodos de cualquier tipo son utilizados sin la conciencia de que ellos marcarán en muchos casos, la personalidad de quienes los reciben. Un niño con anteojos, aparatos, problemas al caminar, nariz grande, dientes torcidos, alto, bajo, flaco, gordo, lindo o feo, será motivo de discriminación.
Es en esta etapa en la cual al niño discapacitado se le presentará un mundo cruel como única realidad, aunque esto no fuera cierto. Al hablar de discriminación, no sólo se abarca lo social, sino también las infraestructuras de los colegios, cines, parques, y demás espacios comunes de recreación infantil. En Mar del Plata en particular, en este sentido se avanzó en los últimos años al incorporar juegos inclusivos en varias plazas, para que la diversión en ese momento inocente de la vida, sea definitivamente universal.
En cuanto a lo edilicio, por otra parte, dentro del Plan de Accesibilidad se busca adaptar los colegios municipales porque en las construcciones más antiguas, no se tenía en cuenta la asistencia de chicos discapacitados a las instituciones. Esto también incluye lo relacionado a la concientización de los alumnos, para que aprendan a relacionarse sin conflictos de por medio.

Adultez

La niñez se superó. Las relaciones se hicieron más honestas. Esta etapa implica más conciencia, tanto ciudadana como personal. Abarca respeto, trabajo, amor, familia y la moral necesaria para el día a día.
“La accesibilidad es la pre-concepción para la clave de mis derechos. Sin accesibilidad no tengo nada”, expresa un joven sentado en su silla de ruedas, una autonomía limitada por el espacio físico.
Los moldes sociales limitan las individualidades, desde lo funcional implican andar por la vida y desde lo moral se refieren a cómo sentirse interiormente.
Durante el año 2009, en el centro de Mar del Plata se pudo ver cómo en las esquinas más transitadas se colocaron rampas más amplias para mejorar la movilidad de los ciudadanos que dependen de ellas, tanto los discapacitados como mujeres embarazadas o con niños pequeños.
En cuanto al transporte, herramienta de trabajo o medio de traslado para muchas personas, aun hoy en el siglo de la tecnologización de los mercados y productos, continúan los problemas de desigualdad. Es una postal diaria ver a personas que no pueden ingresar a los colectivos por diversos motivos, por lo cual se transforma el transporte en un obstáculo para muchos ciudadanos, a pesar de que algunos de los vehículos posean los elevadores requeridos legalmente.
La no accesibilidad a bienes, productos y servicios es una forma sutil, pero muy eficaz, de discriminación.


Tercera edad

Se suele decir que a esta altura de la vida el ser humano posee mayor experiencia, por lo cual sabe muy bien qué es lo que necesita y quiere para seguir transitando su vida. A ellos se ha recurrido desde la Municipalidad de General Pueyrredon, para que en conjunto con las demás comisiones de accesibilidad, se consigan mayores comodidades a través de los proyectos de arquitectura y concientización de igualdad para todos.
Si una persona sana que sólo debe enfrentar las vicisitudes de la vejez, tiene problemas para moverse de un lugar a otro de la ciudad, es fácil y a la vez complejo asimilar cómo resulta un panorama como aquel para alguien que además, padece de alguna enfermedad. En el caso de los discapacitados de mayor edad, deben enfrentar obstáculos muchos más complejos a los que podría sufrir una persona joven que con distintas habilidades, puede llegar a sortearlos. Por esta razón, a la hora de transformar a la ciudad de Mar del Plata en una preparada para albergar a todos, no se deja ninguna experiencia u opinión fuera del proyecto.

Eliminar la desigualdad

Ese es el objetivo de cada programa y proyecto que los organismos intentan hacer llegar a los gobiernos de distintos puntos del país.
“Todos los días diferentes pero iguales”, cita un documental realizado a partir de un convenio entre España y Argentina, en el marco del Plan de Accesibilidad Universal.
La convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, fue aprobada el 13 de diciembre de 2006 por la Organización de las Naciones Unidas. En el 2010 alrededor de 140 naciones en el mundo adhirieron a la convención adecuándose a la ley interna de cada país. Argentina está haciendo lo suyo y Mar del Plata particulariza aun más esta problemática que surgió como una preocupación y hoy es una ocupación, a pesar de que todavía no se noten resultados profundos. Eso es lo que indica la mayoría de aquellos que tienen algún tipo de dificultad en la vida cotidiana.
“Antes de operarme caminaba dos cuadras y necesitaba parar, y en ese momento me daba cuenta de que hacían falta facilidades como rampas en las bocacalles y en organismos públicos”, cuenta una mujer de 53 años que nació con un problema congénito en la cadera. Desde su experiencia, ella opina que a pesar de que en los últimos años se avanzó en cuanto a la accesibilidad, ese crecimiento aun es ínfimo. “La accesibilidad debe incorporarse en cada persona con el mismo concepto de pensamiento que la contaminación urbana y la solidaridad ciudadana”, agrega la mujer, quien concluye: “Si realmente se pensara en los discapacitados motrices, visuales y mentales como se dice en forma oficial, la accesibilidad ya no sería ni siquiera punto de análisis, formaría parte de las prácticas habituales de todos los marplatenses”.
Sólo resta, como destaca la licenciada y titular del OMUDI (Organismo Municipal contra la Discriminación) Agustina Palacios, que la ciudadanía llegue a aquel lugar tan difícil de alcanzar, que es el de la concientización y el de la reflexión. Si toda persona sana y joven pensara en sí misma de aquí a treinta o cuarenta años, vería al fin que en un futuro tiene la posibilidad de no quedar exento de problemas al menos, de movilidad. Sería allí donde comenzaría quizás, a no estacionar donde hay una rampa y a comprender lo que ella simboliza.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy sordo(hpoacusico)tengo grave problema d equilibrio físico x carencia d oido medio, d q me sirve subir la vereda si no puedo transitar x inregularidad de las lajas d piedra me lo impiden. No puedo ver T.V. por que no están subtiulados los noticiosos ni los show.Circular por el calle es un riesgo, existe el cuadriculado rojo y amarillo que indica la condición de sordo, la gente lo ignora y somos empujados en los mercados, la segregación del sordo es graciosa,"total para lo que tenes que oir" terminando con "sordo de mierda"_los argentinos no difrenciamos la S.C.Z. o la LL,Y y la S intermedia se aspira como J, imposible leer los labios cos que se aprende si se nace sordo,no posteriormente