Damas Rosadas: Vocación por ayudar



Por Guillermo Ehraije y Santiago Ariznabarreta

En el segundo piso del Materno Infantil, lugar donde se encuentran las recientes madres y el personal hospitalario, irrumpen, con alegría, mujeres vestidas con delantales rosas que van habitación por habitación en busca de alguien con necesidades. 

Las Damas de Rosas, que arrancan en 1967 en Mar del Plata, pregonan como máximas la “solidaridad y respeto por el prójimo”. Dos conceptos que las más de cien voluntarias cumplen con una sonrisa, sin pedir nada a cambio.

Todas ellas se visten con un delantal de un largo que pasa la rodilla, zapatos blancos relucientes y algunas usan broches distintivos. Sus edades son diversas, sin embargo, la gran cantidad tienen más de 50 años. “Hola, ¿cómo estás? ¿necesitás medicamentos o ropa? Cualquier cosa avísanos”, así se presentan ellas antes las madres que se encuentran en las habitaciones.

Muchas de las pacientes no necesitan de sus servicios, pero otras sí. Mujeres que tienen un esposo, cónyuge ausente o que viven con lo justo. Muchas no tienen lo esencial para abordar los primeros días de la vida de un bebé, ni tampoco cubrir sus necesidades. Y en ese momento aparecen las Damas de Rosas. 

Claudia está sentada en un banco del segundo piso del hospital, pelo largo y ondulado hasta las orejas, tiene un pequeño collar de cadenas. Manos arrugadas por el paso del tiempo, pero con las uñas pintadas de esmalte prolijamente. Su voz era cálida, como la de una abuela, sus ojos marrones, su cara sin maquillaje, sencilla.

¿Por qué el color rosa?

 -El color rosa es por la Primera Guerra Mundial. En Francia las voluntarias de salud que iban de guardapolvo blanco como las enfermeras, se manchaban con sangre y el inconveniente venía al querer quitar esa mancha. En aquella época las voluntarias lavaban una y otra vez su ropa, y cada vez más se iba tiñendo del color rosa de la sangre que caía en aquella vestimenta. Así, el rosado le fue ganando al blanco y allí fue donde nació la voluntaria de color rosa.

¿Cuáles son los requisitos para entrar en el voluntariado?

-Antes era muy estricto el tema porque la persona tenía que ser presentada por dos damas rosadas, pero es por una cuestión organizativa, no por otra cosa. Eso ya se fue perdiendo un poco. Nosotras nos damos cuenta, cuando llega una nueva voluntaria, qué grado de compromiso puede llegar a tener esa persona. 

El número de voluntarias que trabaja en ambos hospitales asciende a más de 100. Muchas de ellas se ocupan de ayudar a los bebés recién nacidos y las mamás que se encuentran en cuidados intensivos del Materno Infantil. Sin embargo, una gran parte se dirigen al Interzonal debido a que la tarea en ese hospital se vuelve demandante.
 
- Tras varios años de lucha mantienen su vocación de servicio intacta ¿A qué se debe?
 
- Seguimos con nuestra labor porque creemos que le estamos retribuyendo algo a la sociedad. Ya criamos a nuestros hijos y muchas de nosotras tenemos tiempo libre. Decidimos volcarlo al prójimo. La gente nos necesita. Día a día vemos muchas cosas dolorosas, pero poder ayudar es algo muy valioso. 

El objetivo propuesto desde comienzo por la organización fue ayudar al enfermo adulto o pequeño, internado o ambulatorio, asistiéndolo física, material y espiritualmente. Desarrollan su labor en los Hospitales Materno Infantil e Interzonal Gral. De Agudos. Trabajan en conjunto y son asesoradas en todos los casos, por profesionales especialistas en cada una de las disciplinas. 

La tarea de las “damas de rosa” se renueva día a día. Siempre con una sonrisa en el rostro y su uniforme característico, las voluntarias recorren los pasillos del hospital ofreciendo su ayuda, la cual consiste en la entrega de ropa, calzado, pañales de niños y adultos, estufas, férulas, anteojos, cunas, muletas, toallas, artículos de tocador, coches de bebés, medicamentos, nebulizadores, etcétera. 

Elena es la presidenta de “Damas de Rosa”. Su compromiso y compañerismo resaltan solo con observarla. Con amabilidad, nos permitió unos segundos para contarnos cómo funciona la entidad desde adentro.

-¿Cómo se financian?

- Básicamente con la solidaridad de la gente. Tenemos casi 50 años de existencia y conocen la seriedad con la que llevamos a cabo nuestro trabajo. Somos una entidad que privilegia el orden ante todas las cosas. Contamos con asambleas, una comisión directiva y cualquier persona puede ver nuestro balance a través de la página web. 

-¿Cómo deben hacer para colaborar con la entidad?

- Se pueden acercar con donaciones a las oficinas ubicadas en el 2do piso del Hospital Materno Infantil (Castelli 2450). En este momento nos hacen falta pañales para niños, ropa para niño y adulto, materiales de higiene personal, camisones y pijamas. Igualmente, estamos abiertas a recibir cualquier elemento que pueda ser de utilidad para personas que estén en el hospital. 


Para ingresar al voluntariado no es necesario ningún tipo de requisito. Solo deben presentarse en la oficina de “Damas de Rosas” y las integrantes pactaran una entrevista para dialogar las cuestiones básicas.  

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