Por
Rodrigo La Frossiay Neri del Huerto
Son 6981 kilómetros los que separan la ciudad de Dakar, capital de
Senegal, de la provincia de Buenos Aires y aproximadamente 30 horas de viaje en
avión. Este es el recorrido que realizan algunos de los oriundos del país africano,
que en muchas oportunidades deciden aterrizar en Argentina para tener una mejor
calidad de vida, poder tener empleo y así generar un buen salario que los ayude
a vivir mes a mes . Esta idea se asienta con una frase firmada por ellos mismos:
“Cualquier lugar es mejor que África”. La prueba de la veracidad de esta frase
se da en el ejemplo de mandar dinero a sus países, situación en la que algunos
comentan que llegan a despachar 400 dólares por mes, casi tres veces más de lo
que cobrarían allá.
Abdou Kane tiene 35 años, no
tiene hijos y hace cinco tomó la decisión de colgarse la mochila para cambiar
de continente y así buscar una mejor vida. Solo tuvo que juntar el dinero para
pagar su pasaje, cuestión que no fue del todo fácil, y también poder traer
algunas monedas para sobrevivir, aunque sea un mes. Partió de la península de
Cabo Verde (Costa Atlántica africana – Dakar) y llego a Centroamérica, donde
comenzó su aventura, primero para llegar a Perú, después a Bolivia y por fin días
más tarde poder pisar suelo argentino. La meta era una: parar en una ciudad que
tenga playa. “En la playa están los turistas y ellos son quienes tienen plata”,
comenta Abdou con una mínima sonrisa que se marca en su rostro explicando que
para llegar a la costa marplatense paso antes por los balnearios del partido de
La Costa.
El caso de Abdou y la mira apuntando hacia la Costa Atlántica no es el único.
Estos buscadores de la América versión siglo XXI , decide en su mayoría trabajar
en las playas de Cariló, Pinamar, Villa Gesell, Necochea, San Bernardo entre
otras, para luego pasar el año en las principales urbes como Buenos Aires y Mar
del Plata.
No
hay archivo de un número preciso, pero se estima que, en los últimos 10 años,
la cantidad de personas que están en tránsito provienen de Nigeria, Camerún,
Senegal y también de Ghana. Según el censo del 2010, el número de personas de
los países mencionados anteriormente que se encuentran radicadas en Argentina
asciende a 214.
Los datos de la Dirección Nacional de
Migraciones muestran que, hasta junio del 2015, se otorgaron cerca de 400
documentos a ciudadanos provenientes de esos países, cifra poco creíble. Es
decir, un 82,7% más. Sin embargo, gran parte de las ONG involucradas en los
casos explican que las cifras que ellos estiman superan los 1000
indocumentados. Estos datos son tomados de personas africanas en tránsito que
se mueven generalmente por el centro porteño y las ciudades balnearias.
Muchos
ciudadanos se preguntan por qué los africanos llegan a Argentina, la respuesta
para Abdou es fácil y sencilla, lo que también explica un poco el porqué de su
decisión: “Tengo la suerte de haberme ido soltero de Dakar, prácticamente sin
familia. Solía trabajar juntando frutas, cargando una bolsa en mi hombro y
caminar hasta llegar a descargar y de vuelta a lo mismo por tan solo algunas
monedas que solo servían para alimentarse. El viaje completo para llegar a
estar instalado en la Argentina me costó la mitad de lo que sale una casa en África
(el gasto del viaje fue de30 mil pesos aproximadamente)”, detalla Kane acerca
de las diferencias que se pueden encontrar. Y agrega que “Argentina tiene
empleo y con lo que pagan puedo tener un techo y comida, pero no es fácil como
parece”.
Otra
de las razones por las que muchos africanos deciden mudarse para el continente
americano es la cuestión legal. Las políticas migratorias que se ofrecen en la mayoría
de los países latinos es abierta y no se tiene trabas para conseguir la
radicación en el país que se elija, a diferencia de Europa y Estado Unidos, que
han decidido bajar los cupos de inmigrantes.
A
medida que la charla sigue, Abdou Kane se relaja más y la confianza va
creciendo. Entre las diferentes lenguas africanas y la mezcla de ingles y
castellano, Kane suele caminar por la playa Bristol y la zona de la peatonal
San Martín vendiendo películas grabadas, algunos cds de música y, a la vez, atiende en un puesto de la zona. “Yo tengo la
suerte de no tener que mandar plata para mantener una familia, pero muchos de
mis conocidos que están en la zona llegan para trabajar y entregarle una parte
de la ganancia a sus pares que se encuentran en sus respectivos países”,
argumenta el vendedor que a su vez aclara: “El invierno en Mar del Plata es muy
frío pero puedo trabajar igual. Las condiciones climáticas en la península de
Cabo Verde son muy diferentes”.
“Salvo por el nombre geográfico,
África no existe", afirma el periodista y escritor polaco
Ryszard Kapucinski en su libro “Ébano”. “África es un
continente que tiene 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de
mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí
y desde aquí”, relata. A pesar de eso, es un gran contienen que tiene una gran cuestión
a resolver: la falta de agua es uno de los problemas principales, la gente hace
cola de horas y horas con baldes que solo sirven para no morir deshidratado. Es
aquí, donde, aunque muchos piensen que “no hay nada mejor que casa”, como
compuso Gustavo Cerati, ellos digan que cualquier lugar es mejor que África.
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