Palabras van, palabras vienen. Historias que recorren cientos de pasillos, y verdades que nunca fueron confirmadas. Ningún hecho real puede contrastarse con lo dicho, y aunque algunos rían y otros vivan del misterio, ¨ creer o reventar ¨ se convierte en el método más fiable.
La Facultad de Derecho alberga hoy a cientos de personas, pero cuántos saben de aquel hecho que hace más de 8 años inquietó a estudiantes y profesores. Un fantasma en el ascensor: ¿leyenda urbana o realidad?
Los hechos
Transcurría el año 2000 cuando finalizó la construcción del edificio donde actualmente está la Facultad de Derecho, en 25 de mayo casi Hipólito Yrigoyen. En los últimos días de la obra, sucedió un hecho inesperado: mientras trabajaba en uno de los huecos de los ascensores, uno de los obreros halló trágicamente la muerte al caer al vacío, luego de desprenderse el montacargas donde se encontraba.
Según el Presidente del Centro de Estudiantes, Sebastián Méndez, ¨ a partir de ese momento se generó un mito alrededor de la muerte del albañil, ya que ése hueco permaneció tapado durante varios años por cuestiones económicas, y esto acrecentó notoriamente la leyenda: el comentario de pasillo afirmaba que la inhabilitación del ascensor se debía a la muerte del obrero ¨ .
Sin embargo, los alumnos de aquella época afirmaron que una vez colocado el ascensor, se percibieron situaciones extrañas. ¿Cómo podía el ascensor subir y bajar sin que nadie lo llamara? ¿De dónde provenían aquellos ruidos nocturnos, cuándo ya nadie permanecía en el edificio? Estos rumores alimentaron la intriga acerca de la posible existencia de fantasmas o, mejor dicho, espíritus.
Fabiana, Mai de la religión umbanda, quien hace 15 años trabaja con “espíritus y entidades del más allá”, aclaró que “en realidad son los espíritus los que realmente existen y no los fantasmas: cuando una persona fallece en un accidente o se va enojada porque no está pronta a irse de la tierra, queda deambulando, por eso se le dice alma en pena”. Además sugirió para el caso de la facultad “llevar una persona que saque ese espíritu, lo absorba, y lo lleve al cementerio”.
-¿Qué puede pasar si esto no se hace?
-Si queda ahí no se sabe bien, puede ser que no pase nada, pero si realmente está manifestando algo malo se va a cobrar la vida de una persona… o varias.
Un alma en pena no es sólo aquella que falleció trágicamente, Fabiana afirmó que por más que se mueran de una enfermedad, cuando ellas quieren mucho a la persona, como por ejemplo un padre o una madre, vuelven.
Cómo se manifiestan los espíritus
La personalidad de cada uno, sus creencias y experiencias de vida implican el grado de credibilidad respecto a las leyendas urbanas. Muchas veces se torna difícil asumir la presencia de entidades, ruidos extraños, o simplemente la sensación de que ¨ no estamos solos ¨.
Según la Mai Umbanda, hay diferentes maneras de percibir la presencia de un espíritu. Sentirse observados, oír una respiración, pasos, llantos y risas no sólo es cuestión de películas, sino que son las formas más recurrentes de los espíritus para mostrarse. ¨ Siempre se manifiestan de noche, de día es muy raro. La nocturnidad es símbolo de que se manifiesta mal, es decir, que el ente vino a buscar algo ¨.
La existencia de un alma en pena en la facultad puede ser una verdad o, simplemente, una leyenda urbana. Una historia creíble e increíble a la vez, creada a partir de un hecho real y transformada por los narradores de una persona a otra. Más allá de los escépticos, es esa parte real y comprobable lo que le da cierto grado de credibilidad al resto de la leyenda y la diferencia de un mito, en el que nada se puede comprobar. En este caso encontramos todos los ingredientes: un hecho real, una historia comprobable, detalles esotéricos y potenciales testigos de los cuales no se sabe si están dotados de mayor porcentaje de verdad o de sugestión. Son cosas que pasan en la universidad…aunque usted no lo crea.
1 comentarios:
Ustedes tómense este asunto en broma. En una ocasión tenía que cursar una materia en uno de los últimos pisos de la Facultad de Derecho. Me subí al ascensor y sentí una sensación extraña, como si alguien me observara. Luego sentí que me tocaban. El punto culminante fue cuando el fantasma lisa y llanamente me pegó una apoyada. Los espíritus tienen formas extrañas de manifestarse. La situación me dejó una sensación extraña, todavía no sé si tuve mi primera experiencia con seres del más allá o mi primera experiencia gay.
Saludos futuros periodistas, hacía tiempo que no encontraba algo distinto para leer en los medios locales.
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